QUIRINO SALVÓ EL EVENTO MAL ORGANIZADO DEL PRI EN MAZATLÁN Y LE PUSO LA CEREZA AL PASTEL

  • Le llamó al pan, pan y al vino, vino

Redacción

El Gobernador de Sinaloa habló claro en la pasarela priísta y no les quedó más que sonreír y callar.

Hubo disciplina entre los candidateables del PRI, que el fin de semana estuvieron en Mazatlán más para muestrearse que realmente dirigirse a los jóvenes de la Escuela Nacional de Cuadros, pues actuaron como si realmente estuvieran muy concentrados en la encomienda actual, pues todos son de la gente cercana a Enrique Peña Nieto.

Sin embargo, en Sinaloa, Quirino Ordaz Coppel les dijo la verdad, en su cara, frente a todos, sin ofender y no les quedó más, que dejarlo ser, pues le llamó al pan, pan y al vino, vino.

La presencia de Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación; Enrique de la Madrid, secretario de Turismo; José Antonio Meade, secretario de Hacienda; José Narro, secretario de Salud y Aurelio Nuño, secretario de Educación, en un mismo evento del PRI, solo hizo pensar en el hecho de que de alguno de ellos será el candidato a la Presidencia de la República.

Y aunque ellos no lo dicen y se limitan a señalar las bondades de la gestión de Peña Nieto y que están centrados en lo suyo, cualquiera lo ve y así lo vio el Gobernador de Sinaloa. Quirino no se calló y no solo les dio la bienvenida al puerto, también, les dijo lo que son en este momento para la política del país.

«Que bien que todos estén aquí y que hayan escogido Mazatlán para que escuchen a los posibles candidatos de nuestro partido», dijo Quirino Ordaz a los jóvenes del ICADEP en franca referencia a los cinco magníficos que dejó destapados en ese momento.

Y fue esa cereza que colocó Quirino en el pastel, la que hizo la delicia de los medios de comunicación, de los jóvenes reunidos y de los propios “candidateables”, pues no les quedó más que dejarlo ser, salvó con esto el Gobernador un evento mal organizado por los anfitriones del PRI estatal.

El Gobernador fue claro en todo momento, sin apegarse a un guion, no leyó nada y les dijo claro lo que ellos, los candidateables, disciplinadamente callan, pero que es evidente. En su mensaje, que tenía que ser para los jóvenes, realmente les habló en su propio lenguaje, y por ello arrancó tantos aplausos al final de su discurso.

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