Si bien es cierto, la construcción del Puente de La Estacada es una obra de vital importancia para la movilización de miles de toneladas de productos agrícolas de la zona del valle, en realidad existen otros factores que están perjudicando a otros sectores como el pesquero, principalmente por el impacto ambiental que ésta está teniendo en la zona, prueba de ello es que recientemente se detectó una grave mortandad de peces que se alude, fue originada a la acumulación de algas en la zona estuarina formadas por la falta de oxígeno y de fluidez en las corrientes.
Y es que con la magna obra “distintiva” de la actual administración y atribuida a la sagaz gestión del diputado federal, Germán Escobar Manjarrez se olvidaron aspectos importantes como los tiempos de duración de su construcción así como la instalación de alcantarillas facilitadoras del flujo de agua, pues por el contrario en el área donde se edifica la estructura se coloco un taponamiento lo que como se dijo anteriormente, empieza a provocar estragos al entorno natural de la zona y a las especies que habitan en ella
Aunque a simple vista pareciera una situación natural que pudiera desaparecer conforme avanzan los días la verdad es que no parece así, tomando en cuenta lo frágil del equilibrio de este tipo de sistemas y que puede sufrir daños irreversibles con lo que los más perjudicados serán los miles de pescadores que de él dependen.
Lo lamentable de esta situación es que aún y cuando el sector pesquero es el principal afectado ha sido a quien la autoridad municipal y federal les ha ignorado pues a meses de haber iniciado aún no les han informado acerca de los detalles de la obra, el tiempo que tardarán en construirlo y sobre todo las obras de mitigación que se harán para compensar el daño ocasionado con la obra y que en un futuro puede afectar el desarrollo de la actividad.
Es absurdo pensar que pese a la importancia del puente, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes no haya presentado la manifestación de impacto ambiental tomando en cuenta que la zona estuarina del municipio es candidata a ser declarada zona natural protegida reserva de la biósfera dada la importancia que tiene para el medio ambiente y que solo se justifique argumentando que si se cuenta con ella y que abarca desde el sitio de Agua Dulce hasta la zona de Fonatur.
Con este tipo de cuestiones se puede deducir que esta obra, como muchas otras en la actual administración se han planeado desde la comodidad de un escritorio sin valorar realmente el impacto y las necesidades reales que se tienen.
Lo cierto es que para los pescadores la situación se está tornando bastante compleja, ya que aún y cuando la mortandad de peces se ha detectado en algunas zonas no se garantice que ésta no se extienda a todas las marismas de las que depende su sustento.
Desde que se colocó el camino alterno el entorno en la zona ha ido cambiando debido a la acumulación de escombros aunado a que solo se cuenta con dos cajones de pequeñas dimensiones por donde se trasladan las embarcaciones de pesca de una zona a otra, más no permiten el flujo de agua adecuado que pudiera mitigar un poco los efectos.
Los cambios del aspecto natural ya empiezan a notarse, tan solo el agua de mantenerse de un color azul hoy se observa verde y sin vida.
“Nosotros no sabemos nada de la obra, lo único que sabemos es lo que se ha dicho por fuera. Nosotros pedimos que se nos hiciera una reunión para conocer más acerca de los trabajos y lo que se va a hacer después de que terminen, porque nos preocupa que nos dejen todo el desecho y aparte están tapando el flujo del agua, no sabemos si eso va a tener un impacto a futuro, dijo, Jorge García Santos, presidente de la Federación de Cooperativas Pesqueras del Sur de Sinaloa.
Otro de los problemas que no se han considerado y de lo que pocos han querido hablar es que en esta zona se encuentra el canal de desfogue de la laguna de oxidación, la cual se sabe no cumple al cien por ciento con el tratamiento de aguas residuales por lo que el riesgo para las pesquerías es latente, pues la concentración de residuos por la falta de corriente puede en caso extrema declararse una veda sanitaria.
Hay que recordar que el año pasado la Comisión Nacional del Agua impuso una multa a la Junta Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Escuinapa de 200 mil pesos por no cumplir con la norma de tratamiento de aguas residuales y no tener un sistema de conteo del volumen de agua que se vierte al sistema lo que demuestra que las cosas no están bien y debe ser atendido con urgencia.
De llegarse a dar este caso, esperemos que no, el impacto económico para el municipio y las familias que dependen de ella sería catastrófico, por lo que es importante que así como nuestras autoridades “presumen” estar preocupados por el desarrollo de éste se involucren y actúen en consecuencia y no esperen que el problema se agrave, porque entonces la magna obra del puente de La Estacada como otras desarrolladas en la actual administración se convertiría en un rotundo fracaso.