El desespero y la ambición desmedida de Armando Heraldez Machado por perpetuarse en la dirigencia del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Estado (STASE) para tapar a como dé lugar una serie de supuestas irregularidades cometidas en perjuicio de esta organización gremial y que le han sido señaladas, lo han llevado a cometer irracionales y aberrantes actos, pero también se ha puesto el ropaje de oveja para buscar casi de rodillas la reconciliación con el licenciado Julián Zavala, a quien desconoció por completo una vez que fue escalando peldaños en la lides del sindicalismo.
Zavala, un abogado muy querido en distintas áreas del Gobierno del Estado, principalmente en la Dirección de Asuntos Agrarios, es la persona a la que – se sabe- que Heraldez le debe su base laboral como sindicalizado y, de acuerdo a información recabada por ¡Aquí…Política con Tambora!, aceptó en un gesto de humildad después del suplicio de Armando, presidir la Comisión Electoral del Sindicato para llevar a cabo el proceso de elección que se avecina.
Julián Zavala es un abogado muy honesto y estricto, es por ello que se sienten sorprendidos los stasistas que lo conocen al ver que se ha prestado como comparsa para legitimar lo que grupos antagónicos vienen denunciando como una ilegalidad, es decir, las nefastas pretensiones de quien dicen que fue amigo y buen líder en sus inicios de carrera sindical.
Armando Heraldez es astuto, tanto, que logró pasar de ser “garbanzo” de los camiones urbanos del infonavit Humaya a intendente en el Palacio de Gobierno, para estudiar con muchos sacrificios una carrera profesional y llegar hasta lo que es hoy: regidor y dirigente del STASE.