Redacción
Por años se ha sabido del daño que han presentado las playas de Escuinapa debido a obras mal planeadas y al poco interés de las autoridades estatales.
Según investigaciones son más de 150 metros de playa los que se ha perdido en dos zonas muy concurridas; ahora solo quedan piedras y erizos, además de desniveles peligrosos en el mar que a un pasos de la orilla ya caen a una profundidad de 20 metros dando la apariencia de un muelle y no de una playa de descanso y recreación.
Esta situación resulta peligrosa para los bañistas, tanto locales como turistas que gozan del clima de la “Perla Camaronera”, como se le conoce al municipio de Escuinapa y de no actuarse pronto se estaría perdiendo la riqueza natural y los proyectos turísticos de gran turismo.
Según los académicos y ambientalistas, la construcción planeada y armonizada con el medio ambiente sería la clave para detonar un potencial turístico y pesquero, siempre y cuando existan conciencia ecológica y planes de manejo y conservación.
Sandra Guido, directora de Conselva, informó que la erosión de playas en específicamente en Teacapán, Escuinapa, se había detectado desde hace varios años pero no había sido atendida sino hasta hace unos meses. Comentó que se acercaron a las instancias correspondientes con la finalidad de poner en marcha un plan de acción.
El problema se originó debido a una construcción de 24 espigones y del Canal de Cuatla en Nayarit, el cual se asocia con una corriente marina que está en aguas de Sinaloa, misma que terminó por erosionar arena de las playas de Cuatro Surcos, El Queso e Isla del Palmito del Verde en Escuinapa.
El primero será el depósito de arena en las zonas de erosión, el segundo será prevenir el problema a través de políticas públicas con la colaboración del municipio de Escuinapa y las autoridades ambientales federales como la Semarnat y Profepa, después, como tercer punto ejecutar el mecanismo de conservación, aseguró la académica y ambientalista.
Conselva y Semarnat Sinaloa sostuvieron para hablar de la situación e iniciar los trámites para sacar adelante los permisos que se necesiten.
Durante los últimos seis años Semarnat nunca mostró preocupación por apoyar a los sectores de playa dañados por el cambio climático ni por las irresponsabilidades del hombre, sin embrago hoy, asombrosamente y como si fuera por “arte de magia” aparece el delegado de Semarnat en Sinaloa, Jorge Abel López Sánchez, a tratar de resolver el problema, más porque en un mes más podrán levantar la mano quienes deseen contender por algún puesto político en 2018 y ahora sí; todo mundo con cara de buena gente y a realizar acciones en apariencia por los demás.