Sugey Estrada
Mientras que algunos se regodean de las “migajas” que terminan dando a pescadores locales, la realidad es que el sector enfrenta una severa crisis debido a múltiples factores que intervienen para desarrollar su actividad.
La situación no es muy alentadora, pues el retraso de las lluvias generó que el camarón no creciera normalmente, aunado a la falta de vigilancia y al tapón que se dejara por la construcción del puente de La Estacada que nunca se le dio solución limitando no solo la fluidez del agua sino posiblemente el ingreso de especies marinas.
“Pues está difícil, ahorita lo que estamos viendo es a lo mejor esperar unos días para salir a pescar. Camarón sí hay pero muy poco y a ver cómo nos va”, dijo, un pescador preocupado.
Se calcula que tan solo en el municipio de Escuinapa existen por lo menos 5 mil pescadores que a partir de septiembre se ocupan en las labores de captura de camarón luego de aperturarse la veda, sin embargo, la condición actual no hace muy alentadora el resultado.
Y es que, las condiciones climáticas, el furtivismo y la apatía de las autoridades han generado que un sector hasta hace unas décadas era considerado como la principal potencia económica del municipio poco a poco se haya quedado estancado y con el riesgo de desaparecer.
La incertidumbre y la preocupación no es para menos, ya que los organismos pesqueros recurren a endeudamientos para costear los gastos previos de la temporada, por lo que, si el producto es escaso tendrán serias dificultades para responder a ellos.