En medio de una fuerte actividad interna entre dos partidos que conforman el llamado Frente Amplio Opositor para las elecciones del año 2018, en Sinaloa aún están por resolverse situaciones estructurales del Partido Acción Nacional, que es uno de los principales integrantes de este trío político, en tanto que dentro del PRD se declaró en suspenso el procedimiento de elección interna para las dirigencias estatal y de los municipios.
Pasado 5 de septiembre la historia contemporánea política dio cuenta de la conformación en un primer paso, de la alianza entre el PRD y Movimiento Ciudadano que presentaron solicitud ante el Instituto Nacional de Elecciones y casi de inmediato este órgano resolvió en favor del acuerdo planeado.
En un muy corto lapso se sumó el PAN.
En cada uno de los estados se dio a conocer este gran paso como una forma de triunfo que consideraron a la vez que podría ser el fortalecimiento para alcanzar la victoria en la elección federal y las consecutivas de algunos de los estados y de las instancias legislativas tanto a nivel federal como las estatales.
Hubo lenguajes distintos; mientras Claudia Morales Acosta se refería a un gran esfuerzo para arrebatar al PRI la silla situada en Los Pinos, el dirigente sinaloense panista Sebastián Zamudio Guzmán hablaba de un acuerdo importante para impedir el avance del populismo.
El dirigente estatal de Movimiento Ciudadano por su parte, derivó en otras figuras discursivas aunque el enfoque era necesariamente lograr el triunfo durante esta primera elección homologada que sucede en la historia de nuestro país.
Previamente ya se conocía de los trabajos para la elección del Consejo Político Estatal del PAN y de sus comités municipales en el estado; en el inicio de esta semana el propio Sebastián Zamudio, rival vencedor del panista tradicional Alejandro Higuera, recordaba que a la vez su partido cumple 78 años y lo celebraban con esta doble actividad que de alguna manera es obligada para el blanquiazul. Hubo en algunos municipios del registro de más de una planilla y el llamado de Zamudio Guzmán para que imperara la unidad por encima del resultado que ocurrirá en cada jurisdicción, se ha convertido en una suerte de señal de que no todo es azul intenso y tampoco es blanco diáfano.
Bien podría repetirse entonces la experiencia de la elección del propio Zamudio frente al exdirector del COBAES en los tiempos de Mario López Valdez y ex figura de primera plana en el panismo mazatleco.
La dirigente del partido del Sol Azteca por su parte, tenía enfrente un programa ya anunciado para su salida como dirigente estatal y la convocatoria para renovar al Comité Ejecutivo Estatal junto con la correspondiente estructura de los municipios.
El mismo día del anuncio del Frente Amplio y con Mario Imaz y Sebastián Zamudio hacia su flanco izquierdo, la aguerrida militante del partido amarillo se encargó de aclarar que la convocatoria yo estaba en camino pero se había resuelto en el Comité Ejecutivo Nacional que mejor se esperaran tiempos más propicios y ella misma señalaba como muy probable fecha el mes de febrero próximo.
En medio de todo esto surgió una curiosa revelación; ello protagonizado por el presidente del Partido Sinaloense Héctor Melesio Cuén, que afirmaba identificar a Movimiento Ciudadano como la cabeza de este gran Frente Opositor Nacional al mismo tiempo que los miembros de su partido aprovechaban los foros construidos en distintos momentos para arremeter contra la figura de Andrés Manuel López Obrador con quién en otro momento se había anticipado una probable forma de alianza, para que el maestro de origen universitario se postula para la Senaduría.
De este modo se puede entender que los principales partidos opositores en el espectro sinaloense aún se desenvuelve en medio de situaciones indefinidas para ellos mismos y que estructuralmente tienen una canasta grande de tareas se resolver mientras se desarrolla el escenario del Frente Amplio Opositor, incluso, que pueda formar una variada forma de acercamientos con las fuerzas a su lado, pero nunca a acercarse a un mínimo diálogo con el partido de López Obrador, que al final, es el blanco a debilitar en el 2018.
