Redacción
El 31 de agosto del año próximo, exactamente un año, menos los días que corren, el senador de la eterna sonrisa, bigote retocado y mirada pequeña, entregará el cargo y la curul que ha ostentado por cinco años; será una de las tantas manoseadas en la batahola que se anuncia anticipadamente por la nueva composición de fuerzas políticas, donde Morena registra fuerte oferta emergente.
Esta ocasión el tema no es tanto el asiento en el Senado de la República que ocupa Daniel Amador, sino él como político y como figura que de acuerdo a las señales de los tiempos, se encuentra en un manifiesto declive.
Después de haber ostentado espacios no muy prolijos pero sí muy rentables para la figura de Amador Gaxiola, aquella jornada política emprendida por el Gobierno Federal bajo el argumento de que había qué mejorar las condiciones de la educación en el País tuvieron repercusión en forma muy lamentable para las huestes y los reductos de poder de Daniel Amador Gaxiola, de tal manera que una de las más constantes referencias de su paso por la política estaba cifrada en las grandes fiestas anuales por motivo de su cumpleaños que se convertían en el “besamanos” de los maestros estatales a su amo y que ahora están menguando también como motor de expresión de garra política para el PRI.
Lo que antes era una manifestación de poderío; de musculo sesentero, con un desfile multitudinario de maestros de todo el Estado que llegaban condicionados estar o a perder las gracias de la cercanía y las mejoras en la condición laboral, porque acercarse a Daniel Amador y ofrecerle los parabienes frente a las figuras destacadas de la política sinaloense era una forma de demostrar el apabullante dominio del cacicazgo, sin importar que de ese modo se aplastara la dignidad de los maestros de carrera.
Este año la fiesta no fue en los dominios de la comunidad de Celestino Gasca en el municipio de Elota, ni en aquellos terrenos de Mazatlán que también son propiedad adquirida con dinero público, donde la vez más reciente se ofreció la gran comilona y el infaltable “besamanos” al que Daniel Amador sometía a los maestros como símbolo de lealtad, a la sazón, única condicionante para seguir en la nómina del sistema educativo y en la mayoría de los casos, para albergar la esperanza de obtener una plaza.
Lo que llamó tanto la atención es que ahora se realiza de forma más recogida, casi en privado y sin asistencia de políticos relucientes en la plataforma pública, ni de dirigentes nacionales o senadores de acompañamiento, pero bien, de acuerdo a la expresión de Silvino Zavala Araujo, ex dirigente sindical, fue el propio secretario de Educación Pública del Gobierno Federal quién le marcó desde China para felicitarlo, (que al fin es la palabra de Silvino contra la ignorancia pública del hecho).
Y pues, esta forma reducida de la celebración chocó contra la costumbre de lustros anteriores. Destacó incluso que, la misma mañana de la fecha anunciada el secretario de Educación Pública de Gobierno del Estado hubiera negado algún permiso solicitado por los maestros o por el propio senador para que los mentores se ausentaran de sus aulas para ir a rendirle pleitesía; nótese incluso cómo Enrique Villa Rivera fue muy preciso al declarar que estarían pendientes a cualquier reporte de ausentismo para girar los oficios correspondientes y que esto se reflejara en el respectivo descuento de la nómina a los que no estuvieran en clase.
El poder caciquil de Amador Gaxiola se desvanece según los conocedores, porque al amparo de la Reforma Educativa, las libertades plenas que tenía la dirigencia sindical para negociar y condicionar la entrega de plazas a nuevos maestros se le cayó de las manos al orientarse estrictamente la obligación de que los aspirantes se sujeten a la evaluación y de resultar aptos, puedan ocupar el cargo como maestros.
Lo que se sale de este nuevo esquema de controles es el manejo de los cargos administrativos y operativos como el de intendencia y otros similares; esos aún los puede otorgar la dirigencia sindical y de acuerdo a los reportes, fueron esos los asistentes a la fiesta de cumpleaños de Amador Gaxiola.
Otro problema que se le presenta al líder moral de la sección 53 del SNTE es el arribo de un gobernante con visiones más técnicas y de operatividad que sujeto de prácticas políticas y en esto el político Amador Gaxiola tiene pocas tablas.
Aunque de acuerdo al diputado local Silvino Zavala, que de alguna forma ha hecho trabajo de ideólogo dentro de la asociación civil Enlace Cívico Magisterial, estos modos y nuevas formas de administrar el clientelismo magisterial van a tener interpretaciones muy diversas, porque según lo desglosa, puede haber quienes lo consideran una mala señal para los que mueven las riendas del Sindicato y habrá quienes vean la parte de la mejor administración inteligente y de largo plazo que según el legislador todavía le queda a la sección 53.
Y si bien hay que hablar del organismo creado por Daniel Amador y las pretensiones de convertirlo en partido político, dice el más cercano seguidor de esta escuela amadorista, la versión de transformarlo en partido político fue apenas de momento y ya se quedó en el olvido porque el partido que capitaliza esto es el propio PRI.