Sugey Estrada
En los últimos meses el Gobierno Municipal de Hugo Enrique Moreno Guzmán se ha vuelto en situaciones polémicas, que van desde “mal entendidos” con la Tesorera Municipal, paros laborales de trabajadores del Sindicato y recientemente el retiro del voto de confianza por parte de la mayoría de los Regidores a la oficial Mayor, Oliva Yamira Salas Guerra lo que demuestra el ambiente inestable con el que se está desarrollando la administración actual.
La presidenta de la Comisión de Concertación Política, Aída Alduenda Barrón, manifestó que el problema que se tiene con la Oficial Mayor es que el ser sindicalizada y ser funcionaria responsable de documentos oficiales laborales la coloca en una situación vulnerable, tomando en cuenta que como agremiada pudiera perder la objetividad y no considerar que en la actualidad son los intereses del Municipio los que debe defender.
“Desde que nos presentó a la terna de funcionarios que iban a asumir el cargo de Secretario, Tesorero y la Oficial Mayor y vi que en el caso de Yamira (Salas Guerra) podría presentarse problemas, porque al ser sindicalizada pues no va a estar en contra de los intereses del Sindicato; aquí lo cuestionable es a quien defiende, es decir, está siendo juez y parte. Por eso yo le retiré mi voto de confianza”, dijo.
Explicó que una situación que mostró su postura fue lo ocurrido recientemente con la solicitud de jubilación del líder moral del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Ayuntamiento, Lázaro Isaías Hernández López, en cuyo expediente se encontraron inconsistencias; documentos avalados por Salas Guerra y la titular de Recursos Humanos donde se le reconocen años de servicio a éste para que acceda a dicha prestación.
Otra de las situaciones es su ausencia al momento de la discusión del contrato colectivo de trabajo del gremio sindicalizado, lo que indica que no está cumpliendo su función de defender al sindicato del que forma parte y no los intereses del Ayuntamiento.
“El voto de confianza se le dio para que defienda los intereses del Municipio, no del sindicato y hemos visto que no está cumpliendo. Y no es capricho de los regidores retirarle el voto de confianza y pedirle al Alcalde su renuncia, ni tampoco es personal; es porque no hay una postura objetiva ni neutral para cumplir con su puesto”, añadió.
La solicitud de la renuncia fue puesta en la mesa, luego que la regidora apoyada por ocho de los 15 regidores entregaron en la pasada sesión de cabildo al Alcalde el oficio correspondiente, por lo que solo basta esperar la decisión de éste o bien pretenda mantenerla en el cargo con los regidores en contra.
Y es que este tipo de cuestiones demuestran la falta de oficio político por parte del Alcalde, pues en vez de buscar resolver los conflictos termina por acrecentarlo, ufanándose de ser él quien manda cuando en realidad es un servidor del pueblo y su lugar se lo debe al ciudadano.
Lo que podemos deducir con este panorama es que sus aspiraciones por buscar una reelección cada vez se ven más lejos y les deja el campo libre a quienes pretenden buscar la tan ansiada candidatura a la Presidencia Municipal.