Sugey Estrada
Hay quienes dicen “que el prometer no empobrece”, frase que en tiempos electorales es aplicada correctamente, ya que muchos de los candidatos en turno recurren a múltiples estrategias y promesas para lograr la atención del ciudadano y en consecuencia la preferencia de su voto.
El problema es que luego de asumir el poder, las palabras que expresan en sus discursos quedan alejadas de la realidad; lejos quedan las esperanzas y los anhelos de aquellos que confiaron en ellos esperando el tan ansiado cambio o “desarrollo”, para dejar solo esperanzas truncas, frustración e impotencia al ser nuevamente engañados o lo peor, utilizados por políticos ocasionales y oportunistas.
El comentario viene a colación por lo que ocurre actualmente entre el sector productivo del sur del estado al ver, como lo que hasta hace unos años era concebida como la bandera política más rentable en el discurso de los candidatos como lo fue la construcción de la Presa Santa María, hoy se vuelve más incierto, pues a pesar de que se encuentra en proceso aún no existe fecha para su culminación ni los recursos para darle seguimiento.
Aún podemos recordar el discurso esperanzador del entonces candidato a la Presidencia de la República, Enrique Peña Nieto, hoy Presidente de la Nación. Quien en su campaña electoral del 2012 firmara ante miles de ciudadanos y un notario público el compromiso 98 en el que prometía la construcción de la Presa Santa María para apoyar las actividades del campo durante su sexenio.
Si bien es cierto, en el 2015 el entonces gobernador del Estado, Mario López Valdez dio el banderazo de inicio, luego que la CONAGUA adjudicara el contrato a la empresa Ingenieros Civiles Asociados (ICA) por un valor de 3 mil 989 millones de pesos, la cual según cálculos de los órganos de Gobierno sería entregada en enero del 2018.
Hasta ahí las cosas parecían satisfactorias para los miles de productores que conciben esta magna obra como el fin de sus problemas, ya que esperaban que con ella se contaría con agua suficiente para irrigar sus tierras y en consecuencia incrementar la producción de sus cultivo y aprovechar miles de hectáreas que hoy se encuentran sin actividad, sin embargo la lentitud con el que se ha desarrollado convierte en algo incierto la actividad agropecuaria.
El problema real del asunto es que no ha habido la voluntad ni interés de parte del Gobierno Federal ni de los Diputados del Sexto Distrito para negociar mayores partidas a la construcción de la presa a pesar de todo lo que representa para el desarrollo de los municipios de El Rosario y Escuinapa.
Recientemente los Diputados Federales discutieron lo concerniente al Proyecto de Egresos de la Federación del ejercicio 2018. En el que los productores del sur del estado esperaban la experiencia y el cabildeo de los “representantes del campo sinaloense” para pugnar por más recursos para la construcción. Lamentablemente solo se logró la asignación irrisoria de 150 millones de pesos; lo lamentable es que al inicio, el proyecto no tenía asignado un solo peso por lo que se tuvo que ajustar y etiquetarle ésta cantidad, que más bien parece una falta de respeto para quienes por más de 50 años han exigido la construcción del embalse.
De acuerdo a un documento hecho llegar a la redacción de esta revista, la CONAGUA solicitó la asignación de mil 791 millones de pesos para los trabajos de construcción de la Presa de almacenamiento Santa María, proyecto Baluarte – Presidio municipio de El Rosario, Estado de Sinaloa para realizar algunas obras como el desvío del río y con ello iniciar con la construcción de la cortina.
Y es que, de acuerdo al documento para la obra del desvío del cauce del cuerpo de agua se requiere de por lo menos mil 251 millones 809 mil 060.17 pesos por lo que, podemos ver que los 150 millones asignados prácticamente serán solamente para cubrir gastos de supervisión y papelería tomando en cuenta que el desvío del agua es fundamental para el desarrollo de los siguientes trabajos.
Lo que llama la atención es que a más de dos años del inicio de la construcción de la presa, el Gobierno Federal solamente ha invertido 784 millones de pesos. 420 millones de éstos fueron ejercidos en el presente año los cuales no tuvieron mayor impacto, ya que tan solo se ha logrado un avance del 19 por ciento lo que indica el desinterés que existe entre las autoridades.
Si bien es cierto la factibilidad de la Presa Santa María en gran parte era dotar de agua al Centro Integralmente Planeado, que por cierto en la actualidad se encuentra detenido, no se debe perder de vista la importancia que ésta tiene para el campo del sur del estado, ya que al almacenar 986 millones de metros cúbicos de agua permitiría incorporar 24 mil hectáreas al riego lo que indica certidumbre, desarrollo, producción e ingresos para el sector agrícola.
Sabemos de la difícil situación económica por la que atraviesa el país, pero también sabemos de las necesidades que tiene el campo en esta región y de todos los beneficios que el embalse traerá no solo para el sector agrícola, sino para la población en general ya que sigue dependiendo de las actividades primarias, es por ello que se requiere mayor liderazgo y empuje para que las obras del CIP y la Presa Santa María sean concretadas y no terminen como elefantes blancos, que hasta hoy es lo más factible que podemos pensar ocurra.
Distribución del presupuesto solicitado por la Comisión Nacional del Agua:
Concepto Monto
Cortina 45, 762 117.33
Obra de desvío 1251 809 060.17
Obra de excedencias 230 038 923.94
Línea de media tensión 9 610 315.62
SGI 2 847 745.27
Instrumentación 4 273 024.00
Total con IVA incluido 1791 435 776.14