Xicoténcatl Barajas
La rebelión del sector ganadero de San Ignacio en el año del 2004 provocó al Partido Revolucionario Institucional una inminente derrota anunciada desde el reparto de las candidaturas que entre la improvisación e imposición les fueron otorgadas a personas con mucho poder económico pero sin capacidad de convocatoria ni identidad popular.
Así, el primer descalabro que sufrió en aquella época el tricolor se debió a que el sentir de los priístas no fue tomado en cuenta y por encima de ellos, las cúpulas mandaron como candidato a Jesús Aguilar Padilla por la gubernatura y al empresario Amadeo Zazueta Lafarga como abanderado a la Presidencia Municipal, teniendo éste resultados catastróficos en las urnas y a punto de perderse la contienda por la silla del tercer piso.
En aquel entonces, los ganaderos sanignacenses como fuerza y motor de la economía en el municipio demostraron su poderío e hicieron sucumbir los caprichos de las altas esferas y le dieron un revés a sus aberraciones, ganando abruptamente el candidato del Partido Acción Nacional, Ignacio Manjarrez, quien fungía como líder pecuario en esa municipalidad.
Han pasado 14 años de aquella hecatombe electoral y se dibuja un escenario muy parecido, pues las alianzas que ha tejido el PRI con otras fuerzas políticas como lo es el Partido Nueva Alianza están dejando de lado a cuadros importantes que tienen mucha penetración social no solo en la cabecera, sino, en las más recónditas comunidades rurales del serrano municipio.
El voto duro con el que cuenta el PRI en dicha demarcación, es en su gran mayoría de los campesinos y ganaderos. En contra parte, Nueva Alianza se compone por maestros federales y actualmente vive una ruptura a su interior, ya que, la fundadora de este instituto político, la vetusta Elba Esther Gordillo Morales, está concentrando toda su fuerza y sus huestes en otras opciones políticas que competirán en esta elección del 2018, así es que, la estructura real del azul turquesa no es la misma de años anteriores, ya que solo le queda el membrete y como quien dice, sigue pretendiendo asustar con el petate del muerto.
En esa tesitura se encuentra el doctor Luis Fernando Sandoval Morales, presidente municipal que, no pudo concretar la reelección por el PRI, sin embargo, no quita el dedo del renglón y en actos de desespero, caprichos y desobediencia grita a los cuatro vientos y sin tapujos que el “bendecido” por el PANAL es él y no la eterna suspirante a la dirigencia de la sección 27 del SNTE y a la Presidencia Municipal, profesora Paquis Campa Almaral.
Con ello, el doctor que es proclive a la traición demuestra una vez más no tener palabra en los acuerdos y pactos de caballeros, poniendo así en riesgo la estabilidad política que tanto ha pregonado en las instancias partidistas y ante el gobernador del Estado, Quirino Ordaz Coppel, pues hay quienes lo han escuchado decir que él solo y con la mano en la cintura sin el apoyo de los sectores filiales al PRI garantiza el triunfo de la elección, cuando es al revés, pues líderes de sectores lo han manifestado, que no apoyarían su enfermiza reelección.