Xicoténcatl Barajas
Lo que tanto critica Andrés Manuel López Obrador es a las mafias del poder que él bautizó, sí, a los grupúsculos que han hecho de la política una industria y que no le dan oportunidad a otros, como es su caso.
Pero contrario a su añeja perorata, “El Peje” permite en el municipio de Escuinapa que los que añoran el poder ya ido de sus manos sean los impulsores del mesías que dicen ellos que llegará a componer lo descompuesto, precisamente, durante los trienios en que gobernaron.
Ahí tiene usted empujando el proyecto del doctor Emmet Soto Grave para la Presidencia Municipal de la “perla camaronera” a varios ex alcaldes priistas, entre ellos, uno de los más rapaces que tuvo el municipio en la persona de Bonifacio Bustamante Hernández, “coyote” manguero que además sostiene una relación de negocios con Daniel Ibarra “El Parnas, suegro del candidato del PRI a la senaduría, Mario Zamora Gastélum a quien por cierto le coordina la campaña en el cono sur de Sinaloa.
También en la lista de los probables traidores de su partido se contempla a la alcaldesa Fernanda Oceguera Burques y a varios ex munícipes incomodos que quieren hacer “morder el polvo” al candidato del PRI a la alcaldía, Hugo Enrique Moreno Guzmán, entre estos, se sabe de Mahomedalid Sánchez Luque, Sergio Crespo Hernández y el panista Alberto Ramos Corona, con quien el doctor Soto Grave tiene una entrañable amistad.
Y es la inexperiencia en los menesteres de la política lo que los “tiburones” aprovechan del galeno, quien sufrió hace años la dolorosa pérdida de un hermano que fue asesinado a balazos por una de las calles de la cabecera municipal a manos de un grupo armado y, desde entonces, se comenta que Emmet Soto Grave trae la daga clavada y quiere regresarle a Escuinapa la paz y tranquilidad de la que gozó hace unos lustros; se espera pues que no sea más de lo mismo.