Redacción / ¡Aquí… Política con Tambora!
El candidato a diputado federal por el VII Distrito del PRI, Juan Ernesto Millán Pietsch, desayunó con miembros de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, en la delegación Sinaloa, donde fue recibido con frialdad por parte de los constructores.
En está ocasión el programa “Desayunando en CMIC”, en el que suelen tener un invitado para debatir sobre distintos temas, lució con sillas vacías y con tan poca participación que incluso uno de los constructores lo expresó de forma directa:
“Veo muy fría la participación y tal vez se deba al desencanto social que actualmente se vive, el problema es que desde hace años son las mismas propuestas. Las peticiones que ahorita hacemos son las mismas que se hicieron hace seis años y siguen pendientes”, expresó molesto el ingeniero.
El avergonzado hijo de Millán, respondió con propuestas temerarias como ponerle GPS a todas las motocicletas para acabar con la inseguridad, dejando entender que la mayoría de los que andan en moto podrían ser punteros, halcones o narcos, pues dijo que son miles de vehículos ligeros los que hay en las comunidades rurales y en las colonias populares y a su entendido “no hay tantas pizzerías”. No pos guau, diría Pepe Meade, uno genio.
Como si fuera una clase aburrida, los hombres y mujeres dedicados a la construcción se movían una y otra vez de sus sillas, bostezaban o se tallaban los ojos ante el acartonado discurso del hijo de Juan S. Millán.
Para ponerle pimienta uno de los constructores propuso en tono irónico, vamos haciendo una encuesta para ver cuantos distritos va a ganar el PRI en Sinaloa.
“Yo pienso que vamos a ganar todos”, dijo iluso Juan Ernesto sin percibir la pedrada que le acababan de arrojar.
Sin mayores participaciones la reunión concluyó 46 minutos después de haber iniciado, cosa extraña porque normalmente se prolonga más de una hora.