A.B.Z
No hay fecha que no se llegue ni plazo que no se cumpla, reza el conocido adagio popular, así es que, la hora del veredicto final se acerca y pronto se conocerá el resultado de la real encuesta ciudadana y además de que cueros saldrán más correas. Por lo pronto, quienes buscan los tan anhelados puestos de elección entraron en la fase final de sus campañas, por cierto, históricas no porque en ellas participen tantas candidatas y candidatos, sino, por lo desabridas y apáticas que fueron que, el ciudadano de a pie a estas alturas no logró conocer a los postulados, mucho menos las propuestas que hicieron. La estrategia que todos los partidos y los independientes emplearon le negó a la ciudadanía el derecho de informarse bien y, prefirieron promocionar sus proyectos políticos en las “pomposas” redes sociales que son auténticas armas de desinformación masiva, incluso, las avalaron las autoridades electorales y hasta las utilizaron en los debates que se convirtieron en verdaderas funciones circenses. En la plataforma digital del Instituto Nacional Electoral no se consideran a estas herramientas alternas como empresas establecidas, pues únicamente se tiene el registro como proveedores a periódicos, revistas, sitios web, agencias de publicidad e imprentas, los cuales fueron desdeñados en este proceso electoral que está por concluir y tanto el INE como los abanderados fomentaron la informalidad y contribuyeron al desempleo, ya que, a todas estas compañías registradas ante Hacienda y en el Registro Nacional de Proveedores las hicieron a un lado para invertir en gurús del marketing político que manipularon las redes sociales y que crearon páginas web temporales para quedarse con los recursos etiquetados para la difusión de las propuestas y promoción del voto. Así es que el INE y los representantes de los diversos partidos políticos y también los independientes no hicieron bien su trabajo y ante la frivolidad de ellos a la gran mayoría del electorado le pasará de noche el 1 de julio y no saldrán a votar, pues simple y sencillamente porque no saben quién es Chana o Juana, ni Pedro ni Pablo, mucho menos con cuantas papas se hace un caldo. Algunos insisten, creen y se auto engañan de que las redes sociales son más benéficas que perjudiciales, pero a buena parte de los aspirantes en la contienda les representa serias dificultades. El efecto de una campaña virtual se da en lo inmediato y momentáneo; apenas se conoce al candidato y su rostro se empieza a borrar de la memoria del eventual votante, y oír o leer un nombre, apellido o apodo en algún medio electrónico(radio y televisión) impreso, espectacular o barda pintada, da buen resultado, más si el político es de vieja trayectoria. Pero los rostros nuevos y sus propuestas están condenados al olvido casi inmediato y es aquí donde les faltó el trabajo profesional de los medios de comunicación formales. Se espera pues, que las cuentas les salgan como ellos calcularon y no queda más que desearles suerte a todos los competidores, mientras, nos despedimos con decir que: ¡La Libertad de Expresión es Nuestra Mejor Arma de Justicia Social!