Redacción/Comunicación UAS
En este periodo vacacional es necesario que los padres de familia establezcan y pongan límites en los horarios para que los hijos no sufran cambios en su reloj biológico y se adapten con mayor facilidad al momento de regresar a la escuela, indicó Oralia Salazar Terrazas.
La docente de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) comentó que, si bien, las vacaciones son para descansar, pasear o realizar alguna actividad recreativa o de placer, también es importante fijar un horario para que cuando los pequeños retornen a clases no se les dificulte el adecuarse al nuevo ritmo y no asocien esa sensación de molestia con el regresar a la escuela.
“Volver a entrar a clases implica un momento de algarabía, de volver a ver a tus amigos, de aprender cosas nuevas, de estar en un espacio donde vas a desarrollar tu capacidad intelectual, de socialización, etcétera, entonces ellos asocian esa sensación de malestar con la escuela y es un error que nosotros como papás cometemos por no haber puesto límites en vacaciones”, explicó.
En ese sentido señaló que el horario y los límites que se establezca en este periodo deben ser flexibles de tal modo que no se descompensen los hábitos en los hijos, ya que las vacaciones también implican descanso tanto para ellos como para los papás.
“Es importante no salirse mucho del margen, darles la oportunidad obviamente de que tengan un mayor descanso, pero incluso poner límites para estar en las redes, en las computadoras, todos los aparatos electrónicos, entonces es negociar con ellos qué es viable”, mencionó.
Sin embargo, la psicóloga indicó que en este periodo muchos padres de familia continúan laborando aún y cuando los hijos ya salieron de clases, por lo que recomendó dialogar con ellos para conocer cuáles son sus expectativas en este periodo y en base a ello buscar opciones de cursos o talleres de verano que abonen a su formación académica, artística y cultural.
De igual forma expresó Salazar Terrazas esta época también es una oportunidad para convivir con los hijos y atender las necesidades de ellos, un ejemplo sería buscar ayuda psicopedagógica o psicoterapéutica en caso de que estos hayan presentado algún problema de lenguaje, escritura o de conducta en el ciclo escolar.