Redacción / ¡Aquí Política con Tambora!
Tanto en la política como en el beisbol el lenguaje de signos encubiertos son de vital importancia para descifrar lo que está ocurriendo en el terreno de juego; a través de esta forma de comunicación se coordinan todos los movimientos que suceden en el partido y resultan de vital importancia para una segunda lectora.
En México, el juego ya empezó y el presidente Andrés Manuel López Obrador tiene un jugador clave de su lado, de acuerdo a nuestra segunda lectura de los últimos acontecimientos.
Mientras que el PRI y los morenistas están enfrascados en una lucha de poderes, egos y berrinches, a nivel federal, en las grandes ligas, el gobernador Quirino Ordaz Coppel sigue anotando Home Run y carrera al dejar atrás las rivalidades partidistas y tender lazos de comunicación con el nuevo Gobierno.
El mandatario estatal hizo un llamado a trabajar en equipo y apoyar al presidente Andrés Manuel López Obrador, dejando a un lado toda confrontación ya que dijo: “Si le va bien al Presidente, le va bien a todos”.
Con ello, Ordaz Coppel mandó una señal importante de respeto y coordinación, pero, sobre todo, confianza en que a Sinaloa le irá ben con AMLO.
“Veo que hay una buena voluntad, en el caso concreto de Sinaloa estaremos sumándonos a todo lo que vaya a fortalecer el desarrollo del Estado porque si le va bien al Presidente nos va bien a todos, aseguró recientemente el Gobernador del Estado al referirse a los últimos encuentros que ha sostenido con el nuevo Presidente de la República.
Lo anterior lo expresó en el marco de la toma de protesta de Rodrigo Llausas como presidente del Consejo de Notarios de Sinaloa, donde además pidió apostarle a sumar, no confrontar, ya que, la confrontación, resaltó, no lleva a nada.
Y es que tanto Ordaz Coppel como López Obrador, han demostrado ser dos grandes ligas entregados a su trabajo y profesionales en todos los sentidos, incluso, recientemente se tomaron una “cariñosa” selfie que rápidamente se virilizó en redes. En ésta se les ve contentos, sonriendo, como si se tratara de viejos amigos.
Dicha imagen se interpreta como un “estatequieto” a los grupos políticos locales, una forma discreta de decir: aquí todo marcha bien, menos ruido y más acción: ¡pónganse a trabajar!
Sin duda es una lección de diplomacia que el Gobernador y el Presidente de la República les propinan a los viejos y nuevos rostros de la política.