Por Samuel Sarmiento
Asesor Agroindustrial y Financiero
Los sinaloenses y en particular los productores agrícolas esperaban con mucha expectativa la primera visita oficial del Presidente de la República, Lic. Andrés Manuel López Obrador.
Y el momento llegó, AMLO recorrió el sábado 26 de enero los municipios de Rosario y Escuinapa, y posteriormente se trasladó a Culiacán, y día domingo visitó Mocorito y Guasave.
Durante el evento en el Rosario, anunció y reflexionó sobre la producción e importación de los productos considerados en los nuevos Precios de Garantía.
Maíz en 5,610 pesos por tonelada para productores con menos de 5 hectáreas y un máximo de 20 toneladas. Un programa diseñado para la agricultura de subsistencia, no agricultura comercial, que es la que se practica en Sinaloa.
El frijol se situó en 14,500 pesos por tonelada, el trigo panificable en 5,790 pesos, el arroz en 6,120 pesos y la leche en 8.2 pesos por litro.
Pero lo más destacable es que se comprometió a conseguir 250 millones de pesos adicionales para la presa Santa María, que se suman a los 250 millones del Presupuesto de Egresos de la Federación 2019 y que son necesarios para el desvío del río Baluarte y la construcción de la cortina de la presa.
Esta presa marcará el antes y después del desarrollo social y productivo de los municipios de Rosario y Escuinapa, ya que permitirá abrir al riego 24,250 nuevas hectáreas, garantizará el abasto de agua para los casi 120 mil habitantes de esos dos municipios y le dará viabilidad operativa al proyecto CID, Playa Espíritu.
Asimismo, el Presidente «revivió» la presa Picachos y se comprometió a terminarla.
Una obra que se inició en el 2006 y que ya está terminada, solo falta construir los canales de riego para ampliar el abanico de siembra en 16,500 nuevas hectáreas, que sumadas a las 6 mil hectáreas que ya están regando, suman las 22,500 hectáreas proyectadas.
En este evento, los líderes de las organizaciones campesinas agrupados en el Congreso Agrario Permanente (CAP), aprovecharon para entregarle un pliego petitorio, donde le proponen al Presidente un precio para el maíz blanco de Sinaloa de 4,500 pesos la tonelada y para el frijol de 25,000 por tonelada.
Precios justos, pero distantes de la realidad del mercado, y que sólo para el maíz implicaría apoyos por 3,600 millones de pesos.
Lo anterior, si consideramos que el precio del maíz está en 3,900 pesos por lo que hay meterle 660 pesos de apoyos para alcanzar los 4,500 pesos, multiplicados por las 6 millones de toneladas que produce Sinaloa.
En conclusión, la visita del Presidente de la República dejó esperanza para los productores agrícolas, pero aún falta determinar presupuestalmente de dónde saldrán los recursos y ahí es donde se puede atorar las cosas.
Esperemos que el Gobierno Federal juegue su papel como intermediario y regulador del mercado, y se obligue a los industriales a pagar mejores precios, sin afectar al consumidor final.
De lo contrario, no habrá presupuesto que alcance. Sobre todo, si consideramos que el programa de Precios de Garantía a Productos Alimentarios Básicos trae un presupuesto de 6,000 millones de pesos y solo para el maíz blanco de Sinaloa requeriría 3,600 millones de pesos para alcanzar los 4,500 pesos que solicitan las organizaciones.
