“No comparto la idea de que el PRI vive un momento apocalíptico, en el sentido de que sea el fin del PRI. El PRI es un partido que está vivo, está de pie, está haciendo un esfuerzo para refundarse, para construirse y reposicionarse en el ánimo de los ciudadanos”.
Así lo consideró el coordinador de la fracción priista en el Congreso Local, diputado Sergio Jacobo Gutiérrez, al ser entrevistado sobre la declaración del Lic. Francisco Labastida Ochoa en el sentido de que el PRI, como el Titanic, se está hundiendo y es inexistente.
“Enfrentamos una situación bastante compleja, porque estamos remando a contracorriente, estamos enfrentando de entrada un escepticismo de la propia militancia, y también estamos luchando contra una marca que, efectivamente, está desgastada, tenemos un problema de credibilidad y confianza de los ciudadanos”, dijo.
Manifestó que el PRI todavía está en condiciones de reposicionarse y ocupar un espacio relevante en la vida pública del país, siempre y cuando se realicen cambios de fondo y sin simulaciones.
“Necesitamos hacer un examen autocrítico y en ese sentido todas las opiniones son bienvenidas. Lo que el partido necesita justamente es un debate, en donde se escuche todas las voces, y la voz del Licenciado Labastida es muy respetable por su experiencia, pero al igual que la opinión de él hay muchas otras que deben ser escuchadas”, señaló.
Consideró que esta renovación debe venir de los estados y, en ese sentido, dijo, la Fundación Colosio –de la cual es presidente- elaboró un compendio de las propuestas más relevantes de personajes de la vida pública y académica, recopiladas a través de una serie de foros de reflexión organizados en varios municipios sinaloenses. Contrario a otras entidades federativas, manifestó que el PRI en Sinaloa está fuerte, gracias a que cuenta con un Gobernador emanado de sus filas, que está bien posicionado, cuenta con liderazgos y estructura firmes, y se está renovando en sus mandos.
“La única posibilidad de que el PRI se reposicione es emprender un cambio a fondo, una transformación sin simulaciones. Debe haber un debate sin exclusiones, un debate con mucha apertura y tolerancia”, manifestó. “Si el partido no emprende esa ruta de la transformación, se corre el riesgo de que efectivamente se convierta en un partido marginal”.