Redacción
“¡No permitamos que nos adjudiquen la responsabilidad del gran rezago social en zonas agrícolas del sur del país!”, fueron las palabras contundentes de Ulises Robles Gámez al pasar la estafeta de la Confederación de Asociaciones Agrícolas de Sinaloa a Gustavo Rojo Plascencia.
La ceremonia se llevó a cabo en el auditorio de la CAADES, también conocida coloquialmente como la casa de los agricultores constituida desde 1932 en el amparo de la Ley de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa.
En esa “casa” más consolidada que nunca, ambos líderes agrícolas coincidieron en la necesidad de mantener la unidad de las organizaciones a fin de navegar contra corriente; contra tiempos difíciles ante el agravio que el Gobierno Federal está haciendo contra la agricultura sinaloense al retirar prácticamente todos los apoyos de la actividad en la zona norte del país.
Y es que de forma injusta, los apoyos están siendo reorientados hacía el sur, destinándolos principalmente a los productores de subsistencia que, si bien tienen el derecho de ser apoyados en su actividad, están siendo utilizados como pretexto para dejar desprotegidos a los productores de agricultura excedentaria, pero además pretenden que sean la nueva clientela electoral.
Durante años el norte del país ha sido cuna de grandes productores que han sabido vencer la adversidad del cambio climático y los efectos de éste sobre las cosechas, también han hecho esfuerzos sobrehumanos y sacrificado gran parte de su tiempo a fin de garantizar la soberanía alimentaria del país, pero desafortunadamente eso no está siendo tomado en cuenta por los nuevos protagonistas de la política en México.
“Nos están haciendo parecer que necesitamos mendigar el ingreso objetivo y el pago de las coberturas que le dan certeza a la recuperación por lo menos de los costos de producción”, expresó enérgico Ulises Robles Gámez al más puro estilo de un revolucionario ante presidentes e integrantes de las 11 Asociaciones de Agricultores del Estado.
En ello coincide el nuevo dirigente de la CAADES Gustavo Rojo Plascencia quien adelantó que será un gestor incansable y que se siente listo para enfrentar los retos que les trae la nueva política pública del campo con el Gobierno de López Obrador.
“Creemos que las autoridades federales deben actuar con sensibilidad para que los productores nacionales de grano mantengan su competitividad, frente a las evidentes asimetrías; aquí hay que decirlo con claridad: hay un ambiente muy extendido de preocupación e incertidumbre”
“Este año advertimos que Sinaloa está excluido de la mayoría de los programas de la SADER, simple y sencillamente la agricultura comercial no es prioridad y si realmente la meta es lograr la autosuficiencia alimentaria, la agricultura comercial es la clave”, refirió.
Un día después de la toma de protesta, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural fijó una base más baja para la tonelada de maíz de 41 dólares para los contratos de compra y venta, aun cuando inicialmente el Gobierno Federal había proferido 45 dólares lo cual ya era insuficiente.
Éste acuerdo se fijó de forma unilateral sin aviso ni negociación, llevando a caer el precio del maíz en menos de 3 mil 600 pesos por tonelada, situación que será devastadora para los hombres y mujeres del campo.
En el escenario hay un panorama incierto y Gustavo Rojo Plascencia lo tiene bien presente, está preparado para dar la pelea y sabe que cuenta con el respaldo del gobernador Quirino Ordaz Coppel en ese duro camino que inicia.