Pata salada
Déspota, ruin, ególatra, soberbio y un personaje con dudosa reputación así es Oscar Blancarte quien hace unos días presentó la renuncia al Instituto de Cultura, Turismo y Arte de Mazatlán en medio de auditorías y señalamientos de malos manejos en su administración de esta paramunicipal.
El cineasta pasó a ser un personaje oscuro, manejando los hilos desde la comodidad de su oficina dejando las tareas al resto de los directivos y sólo tomando una decisión que ha sido de las más señaladas: la creación de los monigotes del carnaval con un costo elevado, 60 mil pesos con una empresa dedicada supuestamente a elaborar este tipo de decoraciones, las cuales por cierto no fueron del agrado de los mazatlecos que aman el carnaval de este puerto.
Blancarte no movió ni un solo dedo en el desarrollo del tema de carnaval así como en ninguno de los eventos del carnaval y solo se presentaba para La foto y posar como si él hubiera estado detrás de cada uno de los eventos exitosos de la fiesta carnavalera.
A lo largo de los meses que estuvo al frente de cultura estuvo rodeado de escándalos como el de apoyar a conveniencia a una de las candidatas del Carnaval y tras ventilarse una fotografía decidió permanecer al margen de la contienda carnavalera.
Blancarte se le podía ver a diario desayunando en restaurantes de los alrededores de Olas Altas en reuniones con proveedores o simplemente disfrutando de las mieles de su nada despreciado sueldo de más de 50 mil pesos, por cierto, fue en uno de esos restaurantes en donde en medio de una entrevista para un portal mazatleco llamó “pende…” a un mesero quien no entendió una de sus indicaciones mostrando así su carácter.
Hoy este personaje busca desvirtuar el trabajo de este instituto al hablarse de una posible alianza con el ex alcalde Fernando Pucheta.
Oscar Blancarte ha llamado incultos e idiotas a los que no comparten su pasión por el cine y su última molestia fue que arrancó un taller de cinematografía y solo se inscribieron tres personas, es decir la comunidad artística así demostró el rechazo de este señor.
Mientras tanto la opinión pública exige a las autoridades correspondientes de que continúe una auditoría con lupa a este personaje que sin lugar a dudas manchó el proyecto de cuarta transformación de los gobiernos de Morena.
