Redacción
Donde existe unidad, siempre existe victoria, esto es algo que tienen bien presentes los líderes de asociaciones y organizaciones agrícolas del estado que sin importar las diferencias políticas unieron su fuerza y demostraron el músculo de los productores sinaloenses.
Bien dicen que cuando las arañas trabajan en equipo, pueden amarrar incluso a un león y porque no a un ganso, tal vez este sea el mejor ejemplo de lo que ocurrió este 8 de abril cuando más de 2 mil productores agrícolas de Sinaloa se dieron cita en la delegación de la Secretaria de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), para exigir un ingreso objetivo de 4 mil 500 pesos por tonelada de maíz, además de mejores condiciones para el campo.
Montados en tractores que parecían bestias de hierro, productores de distintas regiones llegaron a la cita y escucharon los posicionamientos de líderes como Agustín Espinoza del Congreso Agrario Permanente (CAP), quien evidenció una falla en los programas estratégicos impulsados por el gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador. Y es que, a pesar de que algunos líderes han buscado deslindar al Presidente de la Republica de las problemáticas que actualmente aquejan al sector, Agustín ha sido claro y contundente al responsabilizarlo por la falta de políticas públicas que garanticen rentabilidad a la agricultura comercial, la cual, pese a quien pese, es la garante de la soberanía alimentaria en el país.
En el punto también llamó la atención la presencia del nuevo dirigente de la Confederación de Asociaciones Agrícolas de Sinaloa (CAADES), Gustavo Rojo Plascencia, quien demostró de que está hecho y denunció los atropellos e injusticias del gobierno federal.
“No estamos de acuerdo con estas injusticias que se han cometido, no estamos de acuerdo con el hecho de que nos saquen de los esquemas de productores, ¿cómo se tomaron los acuerdos de definir una base sin ningún consenso?, nunca había pasado eso, estamos en pie de lucha, estamos con ustedes”
“Estamos exigiendo que todas las toneladas de Sinaloa se cubran mínimamente con el ingreso objetivo, y de ahí para adelante. Vamos por los 4 mil 500 pesos, vamos a ser que regresen las coberturas a los subsidios, que nos las han bajado del 75 por ciento al 50 por ciento, los productores del sector particular estamos sumados y vamos por todo, señores”
Por su parte Emilio González, dirigente de la Coordinadora Única de Productores Agrícolas, fue muy práctico pues de forma directa y coloquial mostró su malestar.
“Nosotros vamos por 4 mil 500 y lo demás, con el perdón de las mujeres pero que chingue a su madre, no me importa el ingreso objetivo, no me importa la base, no me importe que si corren al secretario de Agricultura, pues que lo corran a la chingada porque no está haciendo las cosas como deben ser, 4 mil 500 pesos vale el maíz de Sinaloa y no nos vamos a rajar y vamos a llegar hasta las últimas consecuencias, no hay que temerle ni hay que dividirnos”.
Y así, unidos y convertidos en una mancha urbana caminaron con rumbo al aeropuerto de Culiacán donde el Gobierno del Estado tenía montado un operativo para garantizar su seguridad y la de terceros.
Por fortuna no hubo consecuencias que lamentar, tampoco se vio afectada la operatividad de los vuelos pues aquella fue una muestra simbólica a fin de enviar un mensaje al gobierno federal.
Una vez en la terminal aérea los hombres del campo recibieron una llamada que había encomendado el propio Víctor Villalobos dispuesto a recibirlos el martes 9 de abril.
Fue el diputado Faustino Hernández quién lo comunicó, convirtiendo el momento en un primer triunfo para los hombres y mujeres del campo, que vienen de atravesar un camino lleno de espinas.