Redacción
Como un balde de agua fría el ex alcalde de Escuinapa, Bonifacio Bustamante Hernández seguramente recibió la noticia sobre la detención de quien fuera tesorero municipal durante su administración, Sergio Barrón Gutiérrez, que está siendo investigado por la Fiscalía General Anticorrupción debido al robo y quebranto de las finanzas municipales, tema que para algunos escuinapenses parecía olvidado, más no para quien se encargó de dar seguimiento a tan vergonzoso hecho.
La detención llega en el preciso momento en el que Bustamante Hernández pretendía recuperar los reflectores luego de su pésimo desempeño como Alcalde, el cual no solo dejó un mal sabor de boca entre los ciudadanos, sino, que terminó entre gritos y altercados.
Cabe mencionar que el supuesto robo de un millón 500 mil pesos se perpetró digitalmente el 4 de marzo del 2016, pero no fue hasta un mes después cuando el incidente fue dado a conocer por la autoridad municipal como un hackeo a una de las cuentas, lo que inmediatamente levantó sospechas entre la ciudadanía, pues aunque el ex Acalde responsabilizó una y otra vez a un procedimiento bancario la realidad es que nunca pudieron comprobarlo, ya que, la institución financiera siempre sostuvo que la autorización de los movimientos en las cuentas municipales había sido por Tesorería o el Tesorero en este caso, por lo que ahora Bonifacio tendrá que cambiar sus argumentos o seguir defendiendo a su ex colaborador.
Hasta hace unos meses todo parecía indicar que el ex Alcalde pretendía mantenerse alejado del quehacer político, pues es conocido el encono que existe entre éste y el también ex alcalde, Hugo Enrique Moreno Guzmán, prueba de ello, es el grupo de priístas incómodos y traidores denominado “TUCOY” organizado para no solo desprestigiarlo, sino, para colaborar con Morena en la pasada elección en la que “El Yiyo” sufriera una estrepitosa derrota, sin embargo, parece ser que la luna de miel terminó con el nuevo mandamás de la “perla camaronera”, pues en los últimos días, el empresario frutícola, Bonifacio Bustamante ha hecho algunos señalamientos sobre el trabajo del presidente municipal, Emmett Soto Grave así como en contra del mandatario sinaloense, el mazatleco, Quirino Ordaz Coppel.
Hay que entender que en política no hay casualidades, sino más bien obedece a una serie de acontecimientos que poco a poco tienen consecuencias y van engranados, no existe el perdón y se ajustan cuentas, por eso es importante mantener la línea y no salirse del huacal como lo hizo Bustamante Hernández.
La molestia del ex munícipe se originó luego que el gobernador del estado, Quirino Ordaz Coppel solicitara al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador que los recursos que resultaran de la venta del Centro Integralmente Planeado “Playa Espíritu” fueran invertidos en la zona de la Isla de la Piedra de Mazatlán, dado a que es allí donde se espera un detonante importante en cuestión turística.
Esto provocó que Bustamante Hernández se diera a la tarea de reunir a un grupo de allegados para organizar la supuesta defensa de los recursos del CIP´S y exigir que éstos fueran aplicados en el proyecto de la presa “Santa María” debido a que ahí tiene intereses, pues es propietario de cientos de hectáreas susceptibles de riego.
Es de reconocer que para la grilla en Escuinapa algunos se “pintan” solos, y no se demerita el talento de Bustamante Hernández para manejarlos, pues sabe que con la cancelación del CIP´S se corre el riesgo de suspender la presa, lo que sería un golpe millonario a sus finanzas y a las de sus “amigos” políticos como Jesús Patrón Montalvo, dado a que en la zona serrana existen cientos de hectáreas que fueron adquiridas por ellos pensando en los canales de riego y en la indemnización de la CONAGUA, por lo que, de cancelarse terminarían por quedarse con ellas sin obtener provecho alguno.
Bustamante Hernández no es para nada la madre Teresa de Calcuta, ni da paso sin huarache y su argumento de que al suspenderse el proyecto se terminaría con el desarrollo de El Rosario y Escuinapa pudiera tener razón, pero, hay que reconocer que quien terminaría más afectado sería él pues parece que el negocio no le está cuajando.
Lo que debe entender Bustamante Hernández y sus secuaces, es que la rebeldía cuesta y la detención de Barrón Gutiérrez pudiera ser la primera llamada y la señal para que le baje arrogancia y ambición desmedida.
No hay que olvidar que administrativamente dejó muchos pendientes en las finanzas públicas, ya que, la falta de transparencia fue en gran parte alguno de sus problemas como la ejecución del proyecto del relleno sanitario, los adeudos de varios millones de pesos que dejara pendiente, la planta tratadora de aguas negras en Teacapán, las represas de Tecualilla y Palmillas entre otros proyectos más.
No se puede olvidar la designación de más de 3.5 millones de pesos para una granja de tilapias a la familia Oceguera Burques que, por cierto, ahora se ha dedicado a ofrecer a la venta las tinas de dicho proyecto por 18 mil pesos, cuando el caso aún no está cerrado y ya cayó el primero de los que pertenecen al clan Bustamante que poco a poco pudieran ser llamados a cuentas, y en lista se encuentra Fernanda Oceguera Burques, ex alcaldesa interina que también desafió al gobernador Quirino.
Se dice que la detención del ex tesorero es la punta del iceberg y que probablemente en las próximas semanas otros nombres serán noticia, por lo que no es descabellado pensar que el empresario radiofónico, Francisco Millán Belmonte quien fungiera como presidente de la Comisión de Hacienda; el entonces síndico procurador, Andrés Rodríguez (Rodelec) por omisión y otros funcionarios más serán los siguientes. Por lo pronto, el desenlace de esta triste historia comienza ahora que don Antonio Toledo Corro ya no existe para seguir protegiendo al hijo de su amigo y compadre “Quenchano” Barrón.
