- Despide a colaboradores y está en la lista el Secretario del Ayuntamiento y el de Seguridad
Redacción
Luis Guillermo Benítez Torres, “El Químico” arribó a la presidencia municipal de Mazatlán el 1 de noviembre del 2018 apoyado por el efecto López Obrador, más que por su incipiente poder político y su llegada despertó el sueño de los mazatlecos respecto a su promesa de encabezar un gobierno ciudadano.
Sin embargo, su falta de capacidad, su trato déspota hacia sus semejantes, su ausencia de tacto político, pero principalmente la asesoría de su mal intencionado, gandaya e inexperto secretario particular, Jorge Contreras, lo llevó en pocas semanas de la cúspide de la simpatía de los mazatlecos, al abismo en que hoy se encuentran con rumbo al olvido.
Poco a poco, sin meditar y sólo por consejos al oído de otras personas, comenzó con el despido de gente leal a su proyecto, a quienes bajo el argumento de provenir o crear cierto afecto a otros partidos, los despidió.
El control quedó ahora en personal del ex alcalde Carlos Felton quién tomó el poder de una parte de la administración de Benítez, dejando otra importante más a su archirival de partido Alejandro Higuera Osuna.
Higuera como buen sabueso político y experto en la materia, metió a sus dos manos derechas a la administración del Químico, siendo estas Sergio Rubio y José Alfonso Resendiz Memije.
Apenas entraron, comenzaron a lograr su objetivo, obligar al Químico a despedir a cualquier funcionario que creyeran estar ligado a la administración del ex alcalde Fernando Pucheta o al Partido Revolucionario Institucional.
Las cabezas comenzaron a caer, empezando en los recientes pasados días con el despido del experimentado Librado Díaz subdirector administrativo de la Policía Municipal quién cuenta con una larga trayectoria en el servicio público y privado.
Detrás de esta, se anuncia, viene el despido del mismo secretario del Ayuntamiento José de Jesús Flores Segura y en esta semana del secretario de seguridad pública Ricardo Olivo Cruz a quién nunca apoyó financieramente para aterrizar sus proyectos.
En fin, con todas estas salidas, el gran transatlántico con que inició la administración Luis Guillermo Benítez Torres, se está convirtiendo en una pequeña panga, la cual por cierto, está a punto de hundirse.