- No aguantó la presión de Jorge Contreras y pudieran quedar sin efecto los convenios publicitarios pactados por ella con los periodistas del puerto
Redacción
La explosión cimbró al gremio periodístico del puerto, esta vez la pócima “quemó” a Martha Mendívil, su fiel escudera, trabajadora, incansable obrera de la pluma quién estuvo con él en todo momento y lo apoyó en el triunfo y hoy por recomendación y presión del nocivo Jorge Contreras, secretario particular del Alcalde quedó fuera de la administración.
La incansable maestra quién lo apoyo en todo momento para llegar al triunfo, estuvo en la mira siempre por parte del alcalde, quién a través del nefasto Jorge Contreras la presionó continuamente hasta llevarla a provocar su salida.
Aun cuando trató de levantarse a los ataques personales orquestados desde la propia Presidencia Municipal, la maestra llegó al punto que no soportó tanta calumnia y se hizo a un lado para dar el paso a una panista, a Alma Soto, que de acuerdo a fuentes dignas de todo crédito será impuesta por el grupo que domina la administración morenista.
El ataque comenzó desde el mismo día del triunfo en que el propio Contreras convenció al Químico Benítez para reformar el organigrama municipal, señalando que la oficina de Comunicación Social pasaría a ser subordinada del propio Contreras, algo inaudito y difícil de creer.
Desde ese entonces, el propio Contreras agobió no solo a la maestra, sino a todo su personal a quién fue golpeando estratégicamente hasta debilitarlo para tomar el control que ahora tiene.
Contreras quien fuera integrante del “trienio de la locura” que inició el controvertido Jorge Alberto Rodríguez Pasos y que después continuó Gerardo Rosete Ramírez y que culminó, Ricardo Ramírez “El Cayo”, regresó de Culiacán por sus fueros y haciendo alarde de tener el control sobre el Alcalde morenista, hace y deshace a su antojo enemistándose hasta con los barrenderos del Palacio Municipal.
Como si fuera una rémora, apareció con el Químico Benítez obstruyendo el trabajo de los periodistas y de todos quienes intentan acercársele al munícipe, formándole una barrera.
Ante las intrigas y tras problemas familiares y un debilitado estado de salud, la maestra Martha dejó el puesto, y se fue con la frente en alto, después de que el propio Químico a manera de premio de consolación y ante la respuesta que esperaría de los periodistas, le quiso crear un pequeño cargo para que se quedara pero muy aparte tal y como ocurrió con Olivo Cruz, algo que desde luego no aceptó.
No se sabe quién saldrá más afectado, si el químico al perder una fiel escudera y de las pocas leales al régimen autoritario de los panistas, o los mismos periodistas a quién en su mayoría trató con respeto y a quienes muchos de ellos les favoreció con la firma de convenios publicitarios y que pudieran quedar sin efecto por ser afines a ella.
En fin, otra absurda decisión del nuevo trienio de la locura, quién tiene a la cabeza a un “loco de poder”, pero sin capacidad alguna para gobernar.