Redacción
Actualmente las tecnologías les han facilitado la vida a las personas, sin embargo también existen muchos casos en los que han vuelto más complicado desempeñar un oficio noble como es el caso de los taxistas y el periodismo.
Aplicaciones informales como Uber, Bolt o DIDI, carecen de un permiso y ponen en riesgo la seguridad de los usuarios, es por ello que los trabajadores del volante concesionado por el gobierno de acuerdo a las leyes vigentes en la materia del transporte público se sumaron a la protesta nacional contra el servicio que ofrecen estas plataformas.
El reclamo que llegó hasta el Congreso del Estado, donde concesionarios y choferes demandaron «piso parejo» y meter en cintura a quienes operen este servicio privado al margen de la ley.
Y es que la «pelota» está en la cancha de los legisladores para exigir que se cumpla con la normatividad vigente, es decir, no hay nada que inventar, la ley existe y sólo tienen que exigir su aplicación, sin embargo, el desconocimiento, la falta de voluntad y el temor a la crítica y los costos políticos siguen siendo factores que impiden darle un orden a este tema.
Situación similar ocurre con los medios de comunicación formales que están regulados por la Secretaría de Gobernación que expide Certificados de Licitud de Título y Contenido, además que pagan impuestos y generan empleos y que tienen que competir con portales informales y el monstruo de Facebook que es utilizado de manera desleal por algunos «asaltantes de la pluma» que al margen de la ley se llenan los bolsillos de billetes sin invertir un solo peso, pero lo más grave es que desde los entes que manejan recursos públicos se fomenta la informalidad pasándose por el «arco del triunfo» las leyes.
Los taxistas una hora después de plantarse afuera del Congreso del Estado fueron recibidos por una comisión de Diputados, quienes escucharon sus exigencias y recibieron el pliego petitorio.
La diputada Francisca Abelló Jordán dijo que organizarán un foro de consulta a fin de escuchar sus peticiones, uno que tristemente sale sobrando pues lo único que tienen que hacer es exigir que se aplique la ley, como así debe ser con los medios de comunicación en el caso de la publicidad oficial que esta siendo asignada a medios informales como sucede particularmente en el Congreso del Estado y algunos Ayuntamientos de Sinaloa.
Los dos casos, taxistas y medios de comunicación son muy parecidos.
