- Si algo les pasa el responsable tiene nombre y apellidos
- El secuas del senador Rubén Rocha Moya trata de intimidar el quehacer periodístico
Xicoténcatl Barajas
¡Aquí Política con Tambora! es una revista mensual impresa y con versión digital alterna que circula entre suscriptores y promociones de obsequio en todo Sinaloa y cuenta con Certificado de Licitud de Título y Contenido con el número 17216 otorgado por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación e inscrita en el Padrón Nacional de Medios de la misma dependencia.
Sus reporteros están debidamente identificados al ser un medio informativo formal que hace periodismo desde hace 42 años, tiempo en el que le ha tocado sortear hostigamientos políticos, amenazas y ataques por parte de quienes se siente aludidos por los señalamientos o críticas hirientes que reciben funcionarios y políticos por el mal desempeño en sus funciones.
Jamás el personal de este medio de información se oculta en el anonimato que ahora se facilita por el brote dantesco de las plataformas digitales y redes sociales que sin regulaciones de la autoridad se usan para difamar y con fines de lucro.
Es por eso que se hace pública una denuncia en contra de Marco Medrano, quien es un títere utilizado por el ex rector de la UAS y senador de la República Rubén Rocha Moya, a quienes hacemos responsables por cualquier agresión que pueda sufrir nuestro personal, ya que, durante una de las conferencias de prensa a las que convocan el grupúsculo de disidentes de la UAS que él comanda, dos integrantes de este medio de comunicación fueron fotografiados y videograbados por el uaseño despedido, sin saber el objetivo o fines perversos.
Ellos, fanáticos de la cuarta transformación, le copian el modelo de linchamiento a AMLO en contra de los medios de comunicación y periodistas que se atreven a contradecir las erróneas acciones de los gobiernos guindas, ya que, la línea desde el centro de la República es denostar y menoscabar al periodismo serio, el tradicional que tiene trayectoria al servicio del pueblo, a ese que ellos llaman de manera despectiva y burlona “chayoteros”, a ese que no es ocasional y que se sigue por oficio.