Xicoténcatl Barajas
Compleja es la vida de la emblemática Asociación de Agricultores de Rio Mocorito que llegó moribunda a sus 85 años, con problemas financieros derivados de malos manejos de anteriores dirigencias y créditos bancarios que pudieran darle el tiro de gracia a la casa de los productores privados si les llegasen a embargar sus bienes.
Sin embargo, no todo está perdido, pues el arrojo y la convicción del presidente actual, ingeniero Flavio Inzunza, están marcando el rumbo en la solución de los dificultosos temas de comercialización de los productos que los socios cosechan.
Hasta ahorita, la AARM tiene superado el problema de comercialización de maíz, según la información vertida por el dirigente del organismo, así como el pago de trigo que se dio en un 100 por ciento, vendiendo poco a poco el garbanzo del año pasado que está fluyendo en 13 mil pesos por tonelada.
En entrevista, Inzunza reconoció a la empresa Cargill de México por haber recibido la producción de los agricultores agremiados que corrieron el riesgo de quedar fuera del esquema de contratación a causa de las políticas de comercialización que otros acopiadores quisieron imponer en perjuicio de ellos.