DOS CORRIENTES POLÍTICAS EN LA SADER GENERAN PROBLEMAS DEL CAMPO

* Reconoce el diputado federal, Heraclio Rodríguez de MORENA

Xicoténcatl Barajas

Desde las bodegas de reciba de granos “Almacenes Colhuacán” que sirvió como bunker de la campaña de Andrés Manuel López Obrador y de Rubén Rocha Moya el 2018 y justo donde se gestó el movimiento de apoyo de productores agrícolas que creyeron en las políticas y promesas morenistas, el diputado presidente de la Comisión de Desarrollo y Conservación Rural, Agrícola y Autosuficiencia Alimentaria del Congreso de la Unión, Heraclio Rodríguez admitió que los problemas que tienen sumido al campo mexicano por la errática política agrícola se deben a la confrontación de dos corrientes internas que hay en la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) del gobierno de la cuarta transformación.  

Por un lado, está la corriente que maneja Víctor Suárez que es el apoyo a la agricultura de traspatio y la otra corriente es donde está la mayoría de la gente de la SADER que sostienen que hay que mantener la agricultura comercial, sin precisar en cuál de las dos comulga  el secretario Víctor Villalobos Arámbula.

En un encuentro que se suponía que era para verdaderos productores agrícolas pero que fue conformado más por personas ajenas a la causa que llegaron acarreadas en dos camiones procedentes de la sindicatura de Costa Rica y otras comunidades de la periferia del casco urbano de Culiacán a quienes el hermano del diputado local y presidente de la Comisión de Agricultura del  Congreso del Estado, Ocadio García Espinoza les repartió dos burritos de machaca a cada uno, el legislador federal de MORENA adelantó que después de la marcha nacional del 17 de julio se hicieron compromisos con el gobierno federal y al parecer los apoyos ya están fluyendo, además de que los recursos de concurrencia los bajarán a través de los gobiernos de los estados.

Reconoció que el desmantelamiento de las dependencias federales y el recorte de 6, 300 plazas entre la SENASICA, PROFEPA y CONAGUA han afectado considerablemente a toda la cadena productiva del país, a la vez que desestimó la ley del garrote que recién se aprobó en Tabasco y que se pretende bajar a todas las entidades federativas, porque dijo, “siempre ha estado la amenaza de meternos a la cárcel y a pesar de eso el movimiento campesino está dando la batalla, Chihuahua y Sinaloa tienen que seguir promoviendo la unidad de los campesinos del país.”

La reunión fue convocada por el controvertido Serapio Vargas Ramírez y otros sedicentes líderes que comulgan con la corriente del senador de la república, Rubén Rocha Moya, quien por cierto no dio la cara, al igual que el presidente de la Coordinadora Única de Productores Agrícolas de Sinaloa, Emilio González Gastélum; Antonio Carrillo Ley, presidente del Consejo de Administración de Almacenes Colhuacan y el diputado “Cayo” García, impulsores del proyecto amloista que hoy los tiene en la desesperación y a punto de la bancarrota.

Y presente, como dando fe de los hechos, estuvo el asesor del senador que aspira a la gubernatura sinaloense y titiritero de la diputada Graciela Domínguez Nava, Feliciano Castro, ex diputado local del PRD, así como el también el ex diputado local y presidente de ANAPSIN, el guasavense Alejandro Cervantes Sotelo, un productor que a diferencia de muchos de la bola suda en los surcos de su parcela.

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