Xicoténcatl Barajas
Los actores de la farándula política casi siempre se ven involucrados en anécdotas y leyendas que para bien o para mal se cuentan en el colectivo ciudadano, y son ellos mismos en su gran mayoría quienes las narran a manera de chascarrillo para comparar circunstancias actuales que pueden tener similitud con lo que les aconteció en alguna etapa de su vida.
Así, la diputada federal por morena del distrito 06, la enfermera jubilada Olegaria Carrazco Macías ha dado rienda suelta a su memoria con mucho humorismo en las plazuelas de los pueblos y en pláticas con la gente sobre hechos que hoy para ella son historietas pero que las compara con el presente.
Quien esto escribe escuchó de su ronco pecho en la plaza constitución en el municipio de San Ignacio que cuando fue estudiante realizó su servicio social en ese pintoresco pueblo del que han surgido personajes de todo tipo, así como leyendas populares, siendo allí donde pretendió cortejarla el arquitecto encargado de la obra del puente del rio Piaxtla, pues con mucha gentileza invitaba a la joven enfermera a participar en eventos públicos que no eran de su incumbencia pero que a veces iba.
Contó la hoy diputada federal por azares del destino, que su rechazo siempre hacia el constructor fue rotundo, pero que este no se rendía, hasta que en cierta ocasión llegó con tremendo regalo tratándola de enamorar, siendo este –ella misma lo platicó- una camioneta del año, la cual por supuesto no aceptó ante la petición osada del interfecto al pedirle casorio a cambio de la trocona chevrolet.
Otra más de Olegaria –dijo- fue cuando el afamado y extinto narcotraficante Manuel Salcido Uzeta “El Cochi Loco” también conocido como “El Gallo de San Juan” le propuso trabajo en la sierra del municipio para atender a las familias de sus trabajadores y a los heridos que habían participado en algunas balaceras, a lo que ella se negó, aun ofreciéndole para esa época una suma crecida de dinero a cambio de sus servicios profesionales, relató Carrazco al momento de suspirar y soltar estruendosa carcajada y decir que estuviera rica si hubiese aceptado.
“¡QUE ME LOS DIERAN AHORITA A VER SI NO SE LOS ARAÑO!”, EXPRESÓ
Una más reciente que ya anotó en su anecdotario, fue la de unos canadienses inversionistas que llegaron a San Ignacio el año pasado buscando riqueza con la explotación de metales en la sierra, pero que se les dificultó la tramitología y ella con su investidura y por ser en su distrito ni tarda ni perezosa se ofreció a conseguir los requisitos y destrabar todo en el gobierno federal de López Obrador, contando ella que los empresarios a manera de gratitud le quisieron dar un moche que por supuesto no agarró.
Y es así, como Olegaria Carrazco en su vida ha sido acompañada por la buena suerte, tanto, que llegó a ser diputada federal sin comprar cachito en la lotería, aunque en algunos casos ha dicho ¡NO! a ofrecimientos que pueden verse como actos deshonestos, los pueblerinos y habitantes de algunas ciudades le han puesto el mote de “la Diputada de los arañazos”.