- La diputación se acaba y ella no quiere quedar fuera del presupuesto; ahora quiere ser regidora
Xicoténcatl Barajas
Como un disparate, fuera de toda lógica, de tiempo y lugar, sin méritos suficientes para anotarse como presunta aspirante a la Presidencia Municipal de su natal Salvador Alvarado, es como priistas guamuchilenses ven las declaraciones y movimientos gandayas de la diputada local Magaly Inzunza Valenzuela, quien levanta la mano para ser tomada en cuenta con la candidatura tricolor.
Inzunza Valenzuela es definida como una mujer con suerte, de esas políticas del viejo cliché acostumbradas a ser favorecidas y creerse merecedoras, cuando en realidad no tiene el arraigo ni identidad en su respectivo pueblo.
Magaly ha sabido colarse en proyectos políticos, en los que a veces se pierde pero ella gana. Lo hizo al lado de Juan Millán, de Jesús Vizcarra, de Aarón Irízar y ahora que de chiripa logró sentarse en una curul del Congreso del Estado nada más para calentarla, porque de su trabajo nadie sabe nada, ni en su pequeño mundo del Infonavit Barrancos, sector que utiliza cuando de cosecha electoral se trata.
Al ver que el tiempo transcurre muy a prisa se quiere subir en el último vagón del tren de la revolución y aventó el chascarrillo para ver si logra una regiduría y seguir prendida de la ubre presupuestal, viviendo pues a costillas del pueblo.