Fundada en 1655, tierra de Gilberto Owen, Teófilo Noris y Lola Beltrán erguida en el sur de Sinaloa, el municipio de El Rosario presume una rica historia que inició con la actividad minera que pese a desvanecimiento no derrumbó su historia, tradiciones y cultura.
Existen dos versiones sobre su fundación, una señala que Bonifacio Rojas descubrió una veta de plata cerca del rio cuando se le rompió un Rosario, la segunda apunta que un personaje prominente se perdió en el campo y prometió crear una población a nombre de la virgen de El Rosario si encontraba el camino de regreso.
Cualquiera que sea la verdad, este municipio tuvo una importante actividad minería en los siglos XVIII y XIX finalizando en la década de 1940, su extensión territorial es de 2 mil 723 kilómetros cuadrados con un litoral de 40 kilómetros donde se ubica el sistema lagunario Huizache-Caimanero que aporta importantes volúmenes de agua a los ríos Baluarte y Presidio.
El municipio es referencia no solo por los personajes ilustres que ahí nacieron, sino por la iglesia de Nuestra Señora de El Rosario la cual fue removida de su lugar original por hundimientos provocados a causa de la minería.
El retablo del siglo XVIII está bañado en oro y es considerado un importante patrimonio por ser una de las pocas manifestaciones del arte barroco en el noroeste del país.
Está dividido en cuatro pilares y tres calles de nichos, fue restaurado por primera vez en 1940 y la segunda restauración bajo la supervisión del Instituto Nacional de Antropología e Historia fue en el año 2014, el retablo es referencia forzosa para los visitantes.