El Hospital General de Culiacán “Dr. Bernardo J. Gastélum” rindió emotivo homenaje a las enfermeras fundadoras que se encuentran activas y que cumplen 30 años de servicio efectivo.
Desde que el hospital abrió sus puertas el 18 de mayo de 1990 ellas estaban ahí. Desde el primer día. Han pasado treinta años y siguen trabajando. María Cristina Moraila López mostró un gafete que ha conservado como invitada especial de la inauguración.
«Los años no pasan en balde pero es un honor contemplar nuestra historia. Toda una vida y seguimos al pie del cañón como enfermeras de este hospital», dijo.
“Mucha gente me pregunta ¿Por qué estás ahí si te puedes ir? Y yo respondo: porque no me quiero encerrar en mi casa cuando hay una pandemia y es una experiencia que nunca había enfrentado en mi ejercicio profesional. Quiero formar parte de esta historia cumpliendo mi deber profesional”, reflexionó.
“Ahora estoy viviendo con mis compañeras angustias que jamás creímos que experimentaríamos pero es un orgullo estar aquí en este momento”, confesó.
Las palabras de bienvenida, de la emotiva ceremonia celebrada en el Auditorio “Dr. Jesús Kumate Rodríguez”, fueron pronunciadas por el Dr. José Alfredo Avilés López, como representante de la dirección del Hospital General de Culiacán.
“La enfermera lo es en el hospital, en la casa, con la familia, con los vecinos, siempre hay personas que ocupan el servicio y la orientación de una enfermera. La gente siempre acude con los profesionales de la salud, le pide consulta y consejo: cuando ustedes ya no se encuentren en el hospital siempre las seguirán necesitando y buscando, y estoy seguro que continuarán ayudando a las personas que las requieran porque esa es la ética y el profesionalismo en enfermería”, aseveró.
Avilés López destacó que las enfermeras homenajeadas cumplen 30 años de actividad profesional de la mano de la historia del Hospital General de Culiacán.
“Llegan a sus treinta años de servicio en este hospital con salud, fortaleza y actitud enfrentando una época complicada e inédita: un enorme desafío como lo es la pandemia del Covid-19. Ustedes laboran en este hospital desde el día de su fundación en 1990. Yo llegué siete años después”, comentó.
La Lic. Beatriz Adriana Sosa Montoya, Jefa de Enfermería del hospital, subrayó la larga experiencia de las enfermeras fundadoras. “Aquí dejaron la vida y el corazón por la gran labor que les pidió su vocación. Decidimos ser enfermeras porque lo traemos en la sangre y así será hasta el último día. Nuestro propósito es ayudar al prójimo, aliviar su dolor y mejorar la salud. Gracias por estar aquí”, dijo.
“Son muchas –apuntó- las enfermeras que cumplen treinta años en estos tiempos difíciles, de angustia, ansiedad y sufrimiento, porque en la enfermería también sufrimos la enfermedad del paciente con su familia, por eso les agradezco que estén aquí cumpliendo el compromiso de seguir con entrega y profesionalismo”.
La M.C. Rosario Duarte Ramos, subdirectora administrativa, expuso que la misión del hospital es brindar atención con calidad y calidez con personal altamente comprometido. “Ustedes son un un pilar fuerte que ha sacado la casta” enfatizó. “Estoy orgullosa porque muchas de ustedes se podían haber ido y sin embargo aquí están, son unas guerreras admirables que están dando todo por todos ahora que falta personal”, destacó.
Las enfermeras homenajeadas recibieron un diploma y un arreglo de flores. Las enfermeras fundadoras que recibieron este reconocimiento fueron María Elena Martínez Medina, María Lorena García Galindo, María Dolores Valdez Corrales, Yodeli López López, Olivia del Refugio Aguilar Castro, Lilia Lemus Huízar, Carmen Beatriz Marrujo Pérez, Diana Patricia Rangel Calleros, María Cristina Moraila López, Hilda del Socorro Beltrán Cervantes y Armida Jiménez Regalado.
Durante treinta años las enfermeras fundadoras del Hospital General de Culiacán han tenido una influencia positiva en el espíritu y el corazón de las personas cuya salud ha sido depositada en sus manos, brindando consuelo y alivio, ayudando a recuperarse al enfermo o confortando al que termina su tránsito por la vida. Ellas, con gran compromiso, cariño y vocación por la enfermería cumplen 30 años de servicio efectivo y su historia ejemplar es motivo de un enorme orgullo por su función de esperanza con calidez humana y delicada responsabilidad que tienen ante la sociedad.
Su trabajo nos brinda la esperanza de que mañana sea mejor que hoy y esa esperanza sólo puede ser sólida y sostenible cuando se da sobre la base del trabajo, el esfuerzo, la preparación y la lucha.
En la ceremonia también estuvo presente Cristina Guadalupe Santiesteban Rivera, subjefa del departamento de enfermería.
