Xicoténcatl Barajas
Hay p… en el ejido, sí, en el núcleo agrario fundado por Gorgonio Meza Ramos y Antonio Vizcarra León “El diablo negro”, extintos dirigentes en Sinaloa de la Central Campesina Independiente (CCI), quienes a pulmón junto con los abuelos y padres de los que hoy disfrutan de esas ricas tierras desmontaron y las pusieron a trabajar cuando les fueron dotadas por el gobierno.
A mediados del siglo XX la prosperidad llegó, así como también de otras latitudes del país gente luchona y trabajadora que fueron cimentand un fuerte poblado en medio de marismas; aguantando jejenes, hambres y lodazales, pero con mucho amor por la tierra.
Con el paso de los años, ese ejido enclavado en el municipio de Escuinapa pasó a ser uno de los que le aportan mucha riqueza y beneficios al municipio vía impuestos de predial rústico y sobre producción con una suma superior a los 5 millones de pesos.
En ese lugar icónico del sur de Sinaloa se siembran hortalizas, pero es la productividad de chile, tomatillo y jitomate, así como la ganadería lo que le da identidad, empleo y vida a cientos de familias que ahí habitan y otras que son población flotante que llega de estados del sur de México a emplearse para ganar dinero.
Y pues bien, con todo el derecho que les asiste a los sufridos y aguantadores ejidatarios y pobladores le exigieron a la autoridad municipal representada por el doctor Emmett Soto Grave la solución de algunos problemas de servicios públicos, sin embargo, este hizo caso omiso y fueron ellos mismos quienes iniciaron a cómo pudieron con la rehabilitación de la calle principal del poblado, de coperacha y con maquinaria prestada.
Pero muy molesto el primer edil que no hace ni deja hacer, ordenó paralizar de inmediato las obras colectivas de los habitantes que, enardecidos después de ser amedrentados por los policías municipales lo encararon para que les diera cuando menos una explicación y de ser posible respuesta positiva.
Esto nunca sucedió, el munícipe rehuyó a sus compromisos y argumentó que el movimiento social del ejido era meramente político y fue lo que más encolerizó a los isleños quienes a punto estuvieron de lincharlo por su cerrazón e ineptitud.
Ellos lo único que buscaban y siguen esperando, es que el mandatario municipal emanado de MORENA les regrese los impuestos que aportan traducidos en obras elementales que tanto les hacen falta.
El problema sigue y crece, los ejidatarios están molestos y harán valer su derecho y, si no puede el Alcalde con el paquete -dicen- que los deje cuando menos por iniciativa propia realizar esas obras que él no quiere o no puede hacer.