Dámaris López
En febrero de 1893 el ingenio “La Primavera” arrancó su primera temporada de zafra, en agosto de 2020 los habitantes de Navolato ven con preocupación la destrucción de lo que queda de lo que fue una de las fábricas de azúcar más prósperas de la región.
Ahora, al igual que en el escudo de armas del municipio, son tres “pitones” los que se asoman en la población cañera, la autoridad local asegura que el “pitón” derribado era el más nuevo, pero también el más inseguro.
El municipio más joven de Sinaloa, creado por decreto en 1982, no hubiera sido el mismo sin la visión de los hermanos Jesús y Jorge Almada de la Vega, quienes iniciaron la construcción de esta fábrica en 1880 y gracias a la contratación de peones y trabajadores la población creció.
Gran parte de la historia de Navolato se inscribió alrededor del ingenio azucarero ya que uno de los proyectos de los Almada era la instalación de vías del ferrocarril desde Altata hasta Durango, el plan no se concretó por completo, pero dejó los recuerdos de los viajes del Tacuarinero con sueños que duermen ahora en una máquina de vapor a un lado de la avenida Insurgentes en Culiacán.
Los más de 154 mil habitantes de Navolato se sienten orgullosos del lugar y del ingenio, aunque dejó de operar en el año de 2011 existe una identificación férrea en está raíz, al grado que el Ayuntamiento ya sostuvo diálogo con representantes de la empresa para lograr el rescate del lugar con el objetivo de crear un museo.
Y es que uno de los datos históricos más relevantes se remonta entre los años 1900 y 1905 debido a que trabajó en el sitio nada más y nada menos que Álvaro Obregón, quien después, a la luz del movimiento revolucionario se convertiría en general y luego en presidente de México en el periodo de 1920-1924.
Navolato tiene mucho de que enorgullecerse, desde el triunfo de las tropas del general, Antonio Rosales sobre el ejército francés en la Batalla de San Pedro en diciembre de 1864, ser el lugar de origen del ingeniero; Juan de Díos Bátiz Paredes fundador del Instituto Politécnico Nacional, de la composición de Severiano Briseño con “El Sinaloense” hasta de sus 80 kilómetros de litorales y sus ricas tierras de cultivo.
Se le conoce como “el municipio más joven de Sinaloa” pero con una historia relevante y, gran parte de ella, la memoria y el corazón de decenas de familias se encuentra en el ingenio “La Primavera”.