- Dicen que no le alcanzó la lengua
Redacción
Recientemente, una vez más Culiacán fue tendencia a nivel nacional de la mano de su polémico presidente Municipal, Jesús Estrada Ferreiro, quien no contento nunca consigo mismo, busca superarse constantemente, específicamente en cuanto a barbaridades se trata. Esta vez se volvió tema en boca de todos por un gran mural que ni más ni menos decidió poner en el Ayuntamiento de la capital sinaloense con la figura de los héroes patrios de México y un colado -AMLO en la pintura- que por cierto resalta más que los otros, pues esas eran las intenciones del edil, pero no precisamente por ser un símbolo nacional, sino, porque nada tiene que hacer en dicha pared.
Este tipo de representaciones perturban el ambiente crítico de la ciudadanía, y hace apología de un insano fanatismo, elevando la figura de lo que debe ser simplemente un representante gubernamental a un santo con miles de fieles seguidores, dispuestos a todo. Esto parece no importarle a Estrada Ferreiro, pues sus intenciones eran otras, pero los daños colaterales que acarrea en la sociedad civil son innegables.
Con el clímax de los registros electorales y obviamente con todas las posibilidades en contra de Estrada Ferreiro para ser una figura política rentable por sí misma, no le quedó de otra más que agacharse ante el dedito presidencial y lustrarle los zapatos al Presidente a través de esa tan “disimulada” pintura, pues es él quien está quitando y poniendo a su antojo candidaturas a lo largo y ancho del territorio mexicano, esto con las intenciones de que no se les caiga el poder, después de 2 años sumamente tormentosos que los ha puesto en duda a los ojos de todos los mexicanos.
Es más que obvio que no le queda de otra que andar de lambiscón, pues su pésima gestión los últimos 3 años no ha dado frutos en absoluto; su “trabajo” ha consistido en ser una figura peleonera, tomando decisiones arrebatadas y paseándose en esa costosa suburban del año todos los días, requisitos para que ninguno de los culichis vuelva a darle su voto, mucho menos en su partido, pues hasta con ellos ha salido de pleito, ya que, se dice, es navegante de otra corriente de intereses ajenos a los valores del partido que le dio la presidencia en el 2018.
Fantasea este susodicho personaje con seguir teniendo maniatado el poder del Ayuntamiento de Culiacán, vive en la luna de los delirios, pero este 2021 se le va a cebar, pues aquí en culichi lo que menos se quiere es a este señor haciendo de las suyas a sus anchas otros 3 años de gobierno.
