Redacción
Imponiéndose a figuras políticas de la capital sinaloense como Graciela Domínguez Nava; Oscar Loza Ochoa; Sandra Martos Lara, entre otros, Estrada Ferreiro, logró lo que parecía imposible y, para el disgusto de todos los sectores culichis, se consolidó como el próximo candidato de MORENA para competir por la presidencia de la Culiacán, en busca de la reelección.
Cuesta trabajo creer que esto no es una mala pesadilla pasajera, pero la realidad parece ser que es así de cruel. Tras un trienio que la ciudadanía ha catalogado de pésimo, Estrada Ferreiro, parece vivir en otro Culiacán, uno en donde las cosas salen perfectamente bien.
Lo que en un principio parecieron ser simplemente risas, pues el alcalde se ha destacado por su comedia natural, más que por su trabajo, pasó a ser una mala broma, podemos observar que Culiacán está hundido en un enorme bache de retroceso social y que los caprichos del Presidente Municipal son de primer orden, mientras que las problemáticas de los culiacanenses son dejadas a un lado.
¿Qué le hace pensar a este nefasto e iluso personaje que puede seguir al frente del Ayuntamiento? Cínicamente se autodenomina como el mejor de los aspirantes que pudieran haber estado en la lista.
Estrada Ferreiro, definitivamente está fuera de sus cabales y en estado de delirio, pues tal parece que no puede observar ni escuchar los reclamos y el rechazo de los cuales es blanco, de parte una cansada población culichi, la cual ya no está para sus payasadas.
Es obvio que se pronostica en las urnas una contundente derrota el próximo 6 de junio, aunque el susodicho alardee tener el respaldo ciudadano ni siquiera el mismísimo López Obrador y su dedo mágico podrá salvarlo esta vez, ni su padrino Mario Delgado, mismo que lo colocó como carne de cañón para las próximas elecciones vendrá en su ayuda