- Verónica Franco Aceves genera un cáncer de corrupción
Xicoténcatl Barajas
Con 31 años de antigüedad laboral, varios de ellos siendo parte de comités sindicales hasta convertirse en la líder del Sindicato de Trabajadores del Hospital Civil de Culiacán, Verónica Franco Aceves ya se ha vuelto un cáncer de corrupción para la benemérita institución y sus trabajadores, así lo arroja una investigación periodística realizada por ¡Aquí Política con Tambora!, además versiones de sindicalizados que por temor a represalias pidieron el anonimato.
La enfermera, quien debiese velar por los intereses de 587 trabajadores de la salud, forma parte del proyecto político del candidato a diputado local por el distrito 13, Feliciano Castro Melendrez, hombre cercano al abanderado de MORENA a la gubernatura de Sinaloa, Rubén Rocha Moya.
Franco Aceves practica la vieja política del sindicalismo charro, de ahorca y cuchillo con los trabajadores, violando de manera flagrante los estatutos al no rendir desde el 2019 ningún tipo de informe de actividades, mucho menos cuentas claras a la asamblea general, siendo su nefasta gestión un dolor que padecen los sindicalizados por la enfermiza obsesión de poder y su descarado tráfico de influencias que ejerce beneficiándose ella, algunos esbirros y su familia.
Cada vez son más los trabajadores del Hospital Civil de Culiacán que se atreven a revelar la podredumbre que va desde la repartición de becas a sus más allegados de manera discrecional, las cuales ascienden a los 2 millones de pesos, así como la asignación de las horas extras y guardias repartidas a sus afines que vienen obteniendo hasta los 40 mil pesos mensuales, además, de los 600 mil pesos de cuotas sindicales y los 97 mil pesos para gastos de operatividad que les destina mensualmente la administración del nosocomio, de los cuales, no se sabe a dónde van a dar.
Pero lo más grave es, que su esposo Francisco Chávez, quien es asesor de seguros de INBURSA sea quien a través de la aseguradora “Primero Seguros” que recién acaba de constituir, venda a los empleados de enfermería, intendencia, mantenimiento, administrativos y cocina sus primas de seguros, mismas que están firmadas por su hijo que también es trabajador en el Hospital, es decir, el negocio es redondo y queda entre familia.
Por sus malas acciones, supuestos actos deshonestos, por ser impositora y no saber negociar a favor del trabajador, la lideresa se está quedando sola, ya que, integrantes del Comité han decidido no ser cómplices de sus latrocinios y otros han corrido con la mala suerte de ser “renunciados” de un plumazo por ella misma sin haber pasado por asamblea alguna, como fue el caso de Gustavo Burgos, Alonso Guisado, Judith Hernández y Nadia Terán.
Pero hay quienes dicen que ella y la secretaria de finanzas, Norma Armenta son unas simples marionetas de la ex dirigente, la doctora Angélica Camacho, de Feliciano Castro, de Armando Heráldez Machado y de la senadora Imelda Castro Castro.