Redacción
Emborrachado todavía por un triunfo que no se ganó a base de su esfuerzo y de su trabajo, en las elecciones del 2018, Jesús Estrada Ferreiro se empecina en seguir teniendo al gobierno municipal de Culiacán y su gente bajo el terror de sus arbitrariedades, pues busca la reelección como Presidente Municipal con una confianza ilusa e ingenua.
Flotando en una fantasía que solo él podría creer como una realidad, recorre Culiacán y lo conoce como nunca lo había hecho, pues es sabido que no salía de la oficina del Ayuntamiento y no se bajaba de su lujosa camioneta mientras era alcalde y ahora toca las puertas de los culichis, pidiéndoles un voto que no se merece y los cuales no lo reciben con una grata alegría, dado que miles de ellos se han visto afectados por la gestión del supuesto morenista, especialmente aquellos que se quedaron sin trabajo durante la cuarentena por el Covid-19, pues cientos de negocios que mantenían a muchas familias tuvieron que cerrar a causa de las imprudentes medidas que la gestión de Estrada Ferreiro puso en marcha.
Tal vez el pseudo político piense que cuenta aún con “la charola” de López Obrador, el cual fue clave en las elecciones pasadas para que cientos de desconocidos y oportunistas se hicieran con un cargo público, pero hoy en día la cosa pinta diferente, pues la ciudadanía ya se ha dado cuenta de las garras que MORENA y sus gestores han sacado, demostrando así, su verdadera naturaleza. Tal es el caso de Jesús Estrada Ferreiro en Culiacán, con una gestión autoritaria, cerrada, completamente intolerable a la crítica y al reclamo social.
¿A qué se atendrá entonces este polémico personaje? Es claro que el repudio ciudadano se dejará ver en las urnas el 6 de junio, lo que sin duda le propinará una lección por todos los atropellos que cometió con Culiacán durante los 3 años de su supuesto gobierno, los cuales ya han llegado a ser catalogados como uno de los peores de acuerdo al testimonio de los culichis, mismos que no quisieran tener a Estrada Ferreiro otro periodo con el Ayuntamiento maniatado y a merced de su caprichosa voluntad.