Redacción
Con la reciente impugnación de la pasada elección por parte del excandidato a la gubernatura por la alianza “Va por Sinaloa”, Mario Zamora Gastélum, se destapó la cloaca en el priismo estatal, el cual sufrió una de las derrotas electorales más humillantes de su historia el pasado 6 de junio, siendo aplanado por el tsunami MORENA-PAS, dejando al descubierto deslealtades y conveniencias, así como las fracturas que ese partido sufre de forma interna, lo que le está costando perder al electorado simpatizante de su ideología.
De manera descarada e indiferente, la cúpula estatal del PRI que encabeza Cinthia Valenzuela – quien será diputada de regalo a partir del mes de octubre- se deslindó de la impugnación hecha por Zamora Gastélum, al que dejaron solo simular ser el candidato a la durante la campaña, para que al final, en el clímax del proceso electoral, se le apuñalara vilmente por la espalda.
Para nadie es un secreto que la imposición del mochiteco desde la capital de México no fue bien vista por los priístas estatales, quienes, al parecer, tenían otros intereses o, al menos querían figurar a su manera en la contienda electoral, de ahí que, de forma maquiavélica se fuera orquestando un plan para hacer fracasar todo intento de triunfo el día de la elección.
Si los priístas de Sinaloa buscaban quedar bien con el nuevo gobierno o, simplemente salvar su pellejo e intentar ser parte del gabinete de la próxima administración estatal lo lograron, pero a costa de que la sociedad les retire sus últimas muestras de confianza, pues con ese comportamiento caníbal que han manifestado, queda claro que los intereses de diversos personajes o grupos en el tricolor pesan más que tomar en serio el papel de representante público y, que la política para ellos se trata de un negocio personal, lo que no entra en sintonía con la propuesta a nivel nacional del partido que busca renovarse desde la raíz, para que las próximas elecciones del 2024 no se vuelva a repetir una contundente derrota en las urnas.
Pero, parece que mientras no depuren esas mañas por parte de los que aún tienen secuestrado al ex invencible, así como evitar las traiciones e infiltraciones y también ese protagonismo que buscan ostentar los gandallas que simplemente no dejan ver caras más frescas ni representar nuevos valores, aquellos ya tan quemados cartuchos políticos, el PRI en Sinaloa se irá en picada hacia un abismo del cual no volverá a salir.