A.B.Z.
La estabilidad política, económica y social está en riesgo por la incesante ola de contagios de COVID-19 que azota y pega a ciudadanos de todas la edades y estratos sociales. Aquí en Sinaloa el relajamiento de la población ha sido una de las causas por las que hoy en día el desastre sanitario está colapsando sectores productivos y dejando otra vez sin empleos a miles como fue el 2020. Pero no todo es culpa de la gente, sino, también de los gobiernos insensatos que privilegian la economía en lugares de concurrencia incitando a que los visiten aún viendo la tempestad, además de los partidos políticos que estuvieron en campaña dos meses realizando eventos masivos que, sin duda, resultaron ser un gran foco de contagio y ahí están las consecuencias, enfermos y muertes contándose al por mayor por las autoridades de salud a las que se les salió de control la pandemia. Pero las cifras que se manejan de manera oficial desde luego no son exactas, pues en ellas no se incluyen a las personas que por falta de dinero no acuden a realizarse la prueba quedando sin registro y en sus casas, ya que, muchos no tienen la oportunidad de combatir la enfermedad porque los hospitales públicos están destartalados, sin oxígeno y sin medicamentos, de tal forma que el que cuenta con algo de efectivo tiene más posibilidades de sobrevivir porque hacerle frente a este letal y mortífero virus resulta muy caro y aun así, la garantía de salvarse es incierta. Lo que sí se puede advertir, es el negociazo que está resultando ser el coronavirus para médicos mercenarios que trabajan en hospitales públicos y privados, salvo honrosas excepciones, en las que los galenos dan trato especial apegados al juramento hipocrático y sin verlos con el signo de pesos, como es el caso de la clínica del ISSSTE en Culiacán, donde el área de especialidades que atiende las secuelas que deja el COVID cuenta con profesionales de la salud dignos y de respeto…Y así, con ese escenario catastrófico asumirá las riendas del Gobierno del Estado, el doctor Rubén Rocha Moya, alcaldes, diputados federales y locales y también regidores que recién fueron electos y que se sacaron la rifa del tigre, de quienes los sinaloenses esperan buenos resultados…Y me despido con decir que: ¡La Libertad de Expresión es Nuestra Mejor Arma de Justicia Social!