- Pone en riesgo la salud ciudadana
Redacción
Sinaloa regresa al semáforo rojo debido al repunte exacerbado de nuevos casos registrados de COVID-19 en todo el Estado, con un total estimado hasta mediados de Julio de 4058 activos, lo que pone en alerta a toda la ciudadanía y las autoridades, ya que, se estima que la variante DELTA es la responsable de esta nueva ola de infecciones, cuya concentración se está manifestando de forma mayoritaria en el sector joven de la sociedad.
Pese a esto, en Mazatlán parece vivirse otra situación, pues, miles de turistas siguen arribando al puerto, presentándose aglomeraciones que superan las medidas de sanidad que se requieren acatar con urgencia.
El alcalde Luis Guillermo Benítez Torres, de forma irresponsable y cínica, asegura que existen las condiciones necesarias para el turismo, cuando la realidad es que no debería de ponerse en riesgo la seguridad ciudadana tal y como ha venido haciéndolo las últimas semanas, pareciera ser que no le basta observar, diariamente, los nuevos contagios de sinaloenses que se registran e incluso se ha detectado que extranjeros que visitaron la ciudad regresaron a sus lugares de origen, infectados de Coronavirus.
El malecón con grandes multitudes, playas abarrotadas por personas que no aplican la sana distancia, pulmonías a reventar y bares, así como restaurantes, sin las debidas medidas sanitarias establecidas, son las escenas que se pueden presenciar en el Mazatlán de la tercera ola. Acciones que, lejos de disminuir y prevenir cifras catastróficas, implican un atolladero en la batalla contra la enfermedad que ha cobrado la vida seis mil 606 sinaloenses y millones de seres humanos en el resto del mundo.
Así es la falta de empatía humana que demuestran el gobierno y las autoridades mazatlecas, encabezadas por el químico Benítez, quien prefiere beneficiar a los emporios empresariales que solo buscan meter mano en las carteras extranjeras, que a ayudar a los ciudadanos quienes son los que están bajo un grave peligro, y si no lo cree, que se acerque a las clínicas hospitalarias, las cuales, no se dan abasto con las personas que llegan en estado de gravedad debido a los efectos del COVID-19.
Aunado a esto, Benítez Torres, maneja una política de cero tolerancia hacia las críticas hechas a su gobierno, esparciendo discursos de odio y golpeteo a los medios de comunicación legalmente constituidos, declarándose enemigo jurado de la labor periodística real, aquella que no le sirve para publicitar sus arbitrariedades, pues, está acostumbrado a que portales digitales apócrifos de Facebook le engorden el caldo a base de sumisión y lambisconería.