Xicoténcatl Barajas
Visionario y rompiendo los esquemas tradicionales de la época, el arquitecto Gonzalo Beltrán Collantes ha ganado un lugar importante siendo figura de referencia en el panorama agrícola del Estado de Sinaloa.
Con estudios en una profesión dedicada a la edificación de obras materiales, Beltrán Collantes decidió trasladar su trabajo de construcción a los campos sinaloenses, trazando su destino en la agricultura, a la que ha aportado una forma diferente e innovadora de llevarla a cabo para que los productos que la sociedad consume y que emergen de la madre naturaleza sean de calidad.
¿Cómo?, ¿cómo reducir costos de producción y hacer las plantas más resistentes a plagas y enfermedades?
Estas fueron las interrogantes que se planteó el ex presidente de la Fundación Produce Sinaloa, quien también fue dirigente de la Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado Sinaloa (CAADES).
Fruto de las adversidades que presenta la agricultura y su experiencia adquirida a pulso, fue como tuvo la idea de implementar las nuevas tecnologías de vanguardia científica en la producción agrícola con el propósito de proteger los cultivos y mejorar su calidad, edificando lo que se conoce como el Centro de Innovación y Transferencia Tecnológica Agropecuaria de Sinaloa.
La inversión de este fue de 23 millones de pesos aportados por la extinta SAGARPA, CONACYT, Fundación Produce y el Gobierno del Estado que representaba Mario López Valdez.
Cuenta con un laboratorio de reproducción in vitro con capacidad para reproducir un millón de plantas al año, así como aula de capacitación, 2 invernaderos y un comedor.
A través de una gran marcha tocando las puertas a los diferentes productores y a las instancias de gobierno correspondiente, Gonzalo Beltrán logró cumplir su visión a la altura de las demandas actuales.
También, la “biofábrica de cultivos” consolidó un espacio de investigación y avance tecnológico de la siembra en el Estado, pues con el proceso de reproducción in vitro se ha hecho posible la producción de plantas de mejor calidad en menos tiempo, con un alto grado sanitario capaz de hacer frente a las distintas plagas o climas que acechan el trabajo de los agricultores.
“Tenemos muy claro que en un mundo altamente competitivo hay que trabajar siempre en la innovación y la actualización tecnológica”, fueron sus palabras que expresó el arquitecto en el marco de la apertura de la nueva era agrícola que lo dejó inscrito en las páginas de la historia.
Yendo más allá de su trabajo, Beltrán Collantes buscó además la recuperación de ese esplendor de los ingenios azucareros a través del rescate del cultivo de la caña, así como la organización de los cañeros que fue una realidad después de muchos años, con las herramientas actuales que el Centro de Investigación proporciona para fortalecer la industria azucarera.
Todas estas labores le han valido al arquitecto Gonzalo Beltrán Collantes, tanto el elogio como el respaldo de los productores y las esferas políticas de Sinaloa, sumadas a estas sus gestiones y liderazgo al frente de organismos hidroagrícolas como en el Módulo de Riego III-2 del Valle de San Lorenzo, donde hizo obras de rescate de agua y de infraestructura en el sistema de riego que es la vida en esa basta región productiva de Culiacán.
La visión del líder natural siempre ha sido frutífera, prueba de ello es la operatividad de la Asociación de Agricultores del Valle de San Lorenzo, la cual fundó y le dio el pase de entrada para dirigir la CAADES, dejando con su trabajo una huella imborrable y resultados que siguen beneficiando a los agricultores de Sinaloa.
