Xicoténcatl Barajas
El plagio de tesis, de obras literarias y trabajos periodísticos, así como de iniciativas de ley, han sido temas que por mucho tiempo y en diferentes épocas han generado polémicas sociales llegando en ocasiones hasta los tribunales para hacer valer el derecho de autor.
Más, tratándose de figuras públicas que se vanaglorian como los autores intelectuales de tal o cual anteproyecto, pero que en realidad sus neuronas y neófitos conocimientos de tales asuntos no les dan ni para bosquejar algún tipo de documento.
Así, en esa tesitura es como se le conoce entre sus compañeros de Cámara al diputado local, Apolinar García Carrera, quien sin ninguna pizca de vergüenza se ensalza como uno de los legisladores más productivos de la 63 legislatura que está por concluir.
El ex morenista que caprichosamente se cambio de rieles para irse a formar parte del clan de zánganos y paracaidistas del Partido del Trabajo que encabeza el chilango con suerte, Leobardo Alcántara Martínez – hoy diputado federal electo- puso en la más alta tribuna del Estado temas incongruentes que no beneficiaron en nada a los sinaloenses.
Este diputado de regalo -plurinominal- que hoy reniega de MORENA cuando llegó a sentarse en la curul por las siglas guindas, perdió el piso y, por no saber leer de manera coherente nunca supo darles enfoque a los temas dentro del parlamento, con posicionamientos erráticos y fuera de toda lógica.
Se sabe que hay compañeros de Cámara que perdieron todo tipo de relación con él por las ínfulas de sabelotodo que lo hacen flotar en su pequeño mundo y otros hasta se mofan de él porque nunca supo nada y las iniciativas que presentó son prácticamente réplicas o copias al carbón.
En los registros de las sesiones en el Congreso del Estado que están videograbadas y con audios de cada uno de los legisladores que obran en los archivos, bien puede corroborarse que García Carrera al escuchar la lectura del anteproyecto que alguien planteaba de inmediato se disponía a realizar copias casi fieles y con el apoyo de “asesores”, la mesa directiva, comisiones o la misma Junta de Coordinación Política (JUCOPO) las sacaba adelante como suyas, mientras las originales quedaban congeladas.
El paso de este remedo de político por el Congreso del Estado quedará inscrito en la historia como el más improductivo diputado que practica la conveniencia y que se ganó a pulso el mote de “copión”.
