EL CIDOCS ESTÁ A LA VANGUARDIA EN EL DIAGNÓSTICO DEL “HONGO NEGRO”

El Centro de Investigación y Docencia en Ciencias de la Salud (CIDOCS), de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), es el único en el noroeste del país que puede identificar la Mucormicosis, mejor conocida como “Hongo Negro”, porque cuenta con el equipo y personal capacitado para realizar un diagnóstico rápido y certero, así como emitir un tratamiento específico.

En conferencia de prensa encabezada por el Rector de la UAS, doctor Jesús Madueña Molina, el Jefe del Servicio de Dermatología y Micosis del CIDOCS, en el Hospital Civil de Culiacán, doctor Fernando Muñoz Estrada, se informó que la presencia del “Hongo Negro” está incrementando en la ciudad, ya que en las últimas diez semanas se han presentado 8 casos, de los cuales 5 fallecieron porque llegaron con una afectación muy avanzada.

El Rector ponderó el trabajo que se realiza en el CIDOCS y los resultados que brinda como Centro de Investigación donde se forman especialistas reconocidos por el CONACyT.

“Aquí se hace investigación clínica que vamos a apoyar con todo de parte de esta administración y donde tenemos proyectos muy importantes. Estamos por iniciar una obra del Centro de Hemodinamia y queremos ir mucho más allá, expresó Madueña Molina.

El Jefe del Servicio de Dermatología y Micosis del CIDOCS, expuso que la Mucormicosis, también llamado “Hongo Negro”, no es una infección derivada del COVID-19, no se transmite de persona a persona, se adquiere por contacto con el hongo y tiene una evolución mortal en el 90 por ciento de los casos. 

“Por qué hablar de esto? Por dos motivos: hay una incidencia muy alta de estos casos y se está hablando de muchas cosas que en realidad no son precisas y segundo, que este es el único sitio que existe en el noroeste del país donde podemos hacer la identificación de este hongo con nombre y apellido y por lo tanto hacer un diagnóstico preciso”, aclaró Muñoz Estrada.

La Mucormicosis es una infección producida por un hongo, que no apareció con el COVID, el primer caso fue descrito en Europa en 1885, pero se ha presentado durante la pandemia porque afecta a pacientes inmunosuprimidos, principalmente a diabéticos descompensados o con cáncer de ganglios o en sangre, y existen 27 especies agrupadas en 11 géneros distribuidos en todo el mundo. Destruye los vasos sanguíneos y tejidos y produce necrosis en solo horas.

“Cuando ya está instalada esta infección es muy poco lo que podemos hacer desafortunadamente, lo importante es un diagnóstico rápido y tomar medidas de tratamiento específico rápidamente, y aquí en estas instalaciones lo podemos hacer”, señaló el galeno.  

Detalló que en media hora se toma la muestra, se identifica el hongo y se cultiva para saber la especie, lo cual lleva poco más de una semana, pero el tratamiento se puede iniciar de inmediato.

El doctor Muñoz Estrada agregó que las esporas del hongo entran por la nariz y por los vasos sanguíneos, se establece en los poros nasales y se puede ir a los ojos, al cerebro, a la piel, los huesos y producir una lesión rápida y destructiva que lleva a la muerte, por ello es necesario el diagnóstico oportuno porque la mortalidad se puede disminuir de un 90 a un 50 por ciento.

Añadió que la mayoría de los casos que ya se atendieron eran pacientes postcovid, pero se han tenido en otros años antes de la pandemia, ya que se trata del hongo que produce la pudrición en las frutas y puede ser aspirado por una persona con defensas muy bajas.

Los síntomas cuando involucra las vías de respiración altas y bajas son fiebre, tos, dolor y la presencia de una zona inflamada y roja ya sea en los labios, nariz, paladar, párpados y que en pocas horas se puede convertir en una zona negra y destruir los tejidos.

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