Redacción
México conmemora un aniversario más este 2021 del inicio de la guerra de independencia, situada en aquel lejano año de 1810, cuando el cura Miguel Hidalgo en compañía de otros célebres personajes que pasaron a la historia alzaron la voz para poder desterrar las injusticias que se venían cometiendo desde la época de la conquista por parte del pueblo español y así renacer en una nación completamente libre de la intervención extranjera opresora.
Pero, habría que cuestionarse si realmente la nación continúa siendo independiente o si es esclava de sus fantasmas históricos y los malestares culturales que arrastra, desde que, precisamente, se conoce como México y que actualmente siguen proyectándola en un porvenir incierto.
El desamparo, gobiernos corruptos, la desigualdad y la violencia han sido una constante en el devenir histórico en todo el territorio mexicano, siendo también estos factores las cadenas fantasmales que arrastra, además de que han propiciado ideologías redentoras y esperanzas infundadas.
Con más de 200 mil muertos por la violencia que asola el país durante los últimos 3 sexenios, los niveles de pobreza disparados conforme pasan los años, desigualdad económica, rezago académico, delincuencia organizada, falta de oportunidades en el mercado laboral, cultura patriarcal, la globalización capitalista también enquistándose en el país, ¿se puede sostener que México es independiente?
Bajo la ideología patriótica, el ritual para rendir honores de forma rigurosa y milimétrica, la historia que raya en lo mítico y siendo puntualmente instruida desde la infancia, se ocultan las raíces genealógicas las cuales se deforman en una realidad que se ostenta como orgullosamente mexicana y que cada 16 de septiembre desde un palco que emula un mensaje divino venido de los cielos, se grita: ¡viva México!