Xicoténcatl Barajas
El silencio de los trabajadores del Hospital Civil de Culiacán que no se sienten representados por su dirigente sindical, Verónica Franco Aceves, es la muestra más fehaciente de que la situación al interior del organismo gremial no es la mejor.
Por temor a represalias prefieren callar cuando algún medio de comunicación trata de realizar un sondeo periodístico acerca de la actuación de la lideresa que ha convertido en patrimonio familiar el esfuerzo de los trabajadores.
¿Cuándo fue la última asamblea que se realizó para informar a detalle las actividades que realiza el comité sindical?
Fue la pregunta que se les hizo al azar a varios trabajadores en las afueras del nosocomio, la cual todos esquivaron y con alzar los hombros y mover la cabeza en señal de desconocimiento, apresuraron el paso respondiendo que no querían problemas con Franco Aceves porque tienen miedo.
Y es precisamente ese temor que los agobia el que ha hecho crecer las ambiciones de poder desmedidas de la dirigente del Sindicato, el mismo que los está perjudicando en sus intereses colectivos.
Entre las irregularidades de las que se tiene conocimiento que viene efectuando con gandallismo está el otorgamiento de 50 plazas nuevas para sus allegados, la reducción del seguro por fallecimiento que pasó de 300 mil pesos a solo 150 mil, el no rendir cuentas claras de los 439 mil pesos que cada mes le otorga la administración del hospital desglosados en gastos de oficina, apoyo al comité, becas para los hijos de los sindicalizados, ayuda de transporte, fomento deportivo, apoyo para guardería y apoyo especial.
Los descuentos a los trabajadores son constantes y sonantes, los cuales se dan cada mes por conceptos de préstamos sindicales, seguro de vida colectivo, cuota sindical del 2 %, cuota de centro recreativo, seguro de conyugue, apoyo funeral y caja de ahorro, lo que representa una suma de 1, 456, 406.10 pesos, recursos de los que se sabe no tienen un destino claro.
Mucha de esa información es desconocida por la gran mayoría de los sindicalizados, pues a ellos no les rinde cuenta ni informes a través de asambleas, ya que, la última que se dio fue en el año del 2019.
Por si fuera poco, Verónica Franco ya prepara la sucesión del liderazgo a favor de Mireya Carrillo, una trabajadora afín a sus intereses y que seguramente estará siendo cómplice para que su familia se siga beneficiando, como lo hace su esposo e hijo al vender las pólizas de seguros por medio de una financiera que ellos mismos operan, considerándose este hecho como un descarado tráfico de influencias.
Por lo pronto, la lideresa sigue haciendo alarde de su relación política con la senadora de la república Himelda Castro Castro, así como de tener el apoyo del diputado local electo y próximo líder de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, Feliciano Castro Melendrez y de la diputada local, Graciela Domínguez Nava que se integrará muy pronto al gabinete del gobernador electo, Rubén Rocha Moya.