Redacción
El Congreso del Estado de Sinaloa inició una nueva legislatura sin precedentes, encabezada por el poderío de alianza entre el Partido Sinaloense y MORENA, cuyos diputados sostendrán una mancuerna en los próximos 3 años, de la cual se esperan muchas cosas en beneficio de los habitantes de Sinaloa, mientras que, por otro lado, un casi extinto PRI y PAN apenas y pueden seguir la marcha en esta nueva era política.
Pero son los diferentes filtros burocráticos y logísticos de la instalación del Congreso que, «justificados» en la actual situación sanitaria por el Covid-19, parece que estarán empeñados en mantener lejos al pueblo sinaloense de las actividades legislativas que se lleven a cabo dentro de dicho lugar, sin que este pueda ver y experimentar de propia mano el trabajo que se realizará.
También los medios de comunicación han sido relegados a un espacio fuera del gran salón en donde se encuentra la tribuna de los legisladores, por lo que les estará impedido dar a conocer desde su perspectiva informativa el acontecer en la “la casa del pueblo”.
Se espera que durante los próximos meses la situación sea diferente, ya que, dicho espacio es sostenido por todo ciudadano de Sinaloa con su debida aportación, por lo que debería ser permitido el ingreso de manera segura, siguiendo las medidas pertinentes de sanidad y que estas no se utilicen como un justificante para mantener alejada a la población y la mirada crítica de sus actividades, pues, es una tarea que compete a todos, y desde luego, estar informado de ellas.
Incluso, en el peor de los casos, se espera que esto no sirva como una máscara o una salida de emergencia para aquellos legisladores que no realicen bien su trabajo en el recinto y no quieran dar la cara a los ciudadanos por falta de acciones verdaderas.