- Cómplice el Sindicato de Asalariados del Campo
Xicoténcatl Barajas
La Asociación de Agricultores del Río Culiacán, que en la actualidad es dirigida por el ingeniero Enrique Rodarte Espinoza de los Monteros, por años ha sido omisa ante la problemática y la situación infrahumana en la que jornaleros viven en galerones habilitados por dueños de campos agrícolas como hogares temporales durante la zafra hortícola o granera.
Al igual que este organismo que agrupa a los agricultores del sector privado del valle de Culiacán y Navolato, el fantasmal Sindicato de Asalariados del Campo que lidera el sempiterno cetemista Diego Aguilar Acuña, nada hace por exigir a los patrones mejorar las condiciones laborales y de vivienda, así como garantizar la seguridad que debiesen tener los trabajadores del campo durante su estancia en la región.
La población “flotante” que emigra de los estados del sur del país para emplearse en duros jornales de sol a sol impuestos por los mayordomos de los caciquiles empleadores, son “enganchados” con falsas ilusiones de encontrar una vida digna, sin embargo, en muchos casos lo que encuentran es la muerte y, eso, ha quedado documentado enésimas ocasiones.
El hecho más reciente que cimbró a la sociedad y que puso al descubierto una vez más la descomposición social que se vive en esos campos de concentración y de hacinamiento humano, fue el asesinato de la pequeñita que habitaba en uno de ellos ubicado en conocida empresa agrícola del municipio de Navolato, donde un torvo y enfermo adicto a las drogas cometió brutal ataque, por cierto, días posteriores fue asesinado dentro del penal donde enfrentaba su proceso legal por ese horrendo delito.
Ante el dantesco suceso y la presión social, así como de líderes de opinión, el gobierno de Sinaloa que encabeza el doctor Rubén Rocha Moya de inmediato giró instrucciones a su Secretario General de Gobierno, Enrique Inzunza Cázarez y a la secretaria de Desarrollo Sustentable, Ruth Díaz para reunirse con los empleadores de jornaleros y analizar las necesidades para fortalecer el programa “Transformación de Comunidades”.
En ese encuentro el presidente de la Asociación de Agricultores del Río Culiacán se hizo acompañar de agricultores socios que ya han tenido la oportunidad de representar sus organismos y, que año con año contratan mano de obra, sin embargo, lejos de buscar una solución en conjunto, Enrique Rodarte solo se lamentó por haber perdido los recursos y programas que los gobiernos del PRI les etiquetaban para resolverles sus necesidades con dinero del pueblo, cuando ellos obtienen ganancias en dólares por sus exportaciones y deben de hacerse responsables de otorgar vivienda, atención de salud, escuela y guarderías para los hijos.
Por su parte, el Secretario General de Gobierno, en representación del mandatario estatal manifestó el interés por participar y dar respuesta a una problemática que fue creciendo.
“Este gobierno se caracterizará por ser un gobierno de vocación humanista, de vocación social, se gobierna para todos pero se tiene que iniciar con aquellas personas que presentan una situación de precariedad, que viven en condiciones desfavorables, y hay que decirlo, muchas de ellas por debajo del umbral de dignidad”, reconoció.
Lo cierto es, que la problemática social en esos núcleos de concentración de mano de obra se tiene que combatir no solo con buenas intenciones ni discursos, mucho menos buscando culpables, sino, tener la iniciativa e ir al fondo del origen, pues las tradiciones culturales de esas personas se han ido perdiendo y han adoptado otro tipo de costumbres insanas que merodean los alrededores de los campos agrícolas y que pueden ser las que están desencadenando hechos delictivos que se vuelven violentos por la omisión de la propia AARC, del Sindicato de Asalariados del Campo y de las mismas autoridades.
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