A.B.Z.
Las políticas públicas del gobierno de Sinaloa son muy diferentes a las acostumbradas hechas por las administraciones estatales que antecedieron a Rubén Rocha Moya y, en la práctica de estas hay resistencias y reacciones por parte de grupos caciquiles que nunca pensaron que sus privilegios llegarían a su fin. Tal es el caso de los dirigentes magisteriales de las dos secciones, la 27 y 53 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, quienes están en una franca lucha con el gobernador del Estado por seguirse repartiendo el pastel como lo hicieron por muchos años, sin embargo, el mandatario sinaloense conoce muy bien el oficio de la docencia y la administración de la educación, por lo que no se ha dejado chantajear por los líderes sindicales que han emprendido una serie de manifestaciones, incluso, las del paro laboral que afecta la de por sí precaria calidad educativa de niños y jóvenes. Horas, tiempos completos, cambios de adscripción, de zona o región, y otros trámites clave que eran condicionados para trabajar en campañas partidistas o en beneficio de intereses de quienes mueven los hilos del poder sindical, son la manzana de la discordia entre las dos partes. Todos esos derechos que antes fueron negados a los maestros de aula y que únicamente los compadres, alfiles y sumisos a los dirigentes tenían la oportunidad de gozarlos, desplazando a quienes por prelación justificada debía recibirlos, y eso se está acabando, por ello las rabietas de Genaro Torrecillas y Ricardo Madrid Uriarte, pues se les está yendo el control de las nuevas generaciones de profesores que año con año participan presentando examen para obtener alguna plaza o espacios y que siguen intentándolo cada vez que las respectivas convocatorias son emitidas por la autoridad educativa, pero el SNTE se rehúsa apegarse a la legalidad e insiste con mantener la desinformación para lograr sus aviesos objetivos que no benefician al colectivo magisterial, sino, a los que se encuentran comisionados en los comités seccionales que, muchos están por jubilarse y lo quieren hacer como antes se estilaba, mediante el favoritismo y el amiguismo, de forma gandaya, así como aquello de los cambios a zona cara sin derecho pleno y sin concurso. Esa es la verdad, que las prebendas se agotaron con Rubén Rocha Moya y el pataleo de los pastores del rebaño no cesan queriendo hacer “manita de cochi”…Y nos despedimos con decir que: ¡La Libertad de Expresión es Nuestra Mejor Arma de Justicia Social!
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