Redacción
La diputada Luz Verónica Avilés Rochín se destapó como una carta más que da una estocada traicionera tras una serie de desbandadas de militantes acontecidas en el mes marzo al Partido Sinaloense, grupo que la llevó a la victoria de su candidatura a la diputación por el distrito 10 de Sinaloa en el año 2021 durante las campañas, esto tras haber declarado enérgicamente que ella no cambiaria de bandera semanas antes pero que al final no cumplió.
Pareciera que poderes oscuros detrás de la estructura política del Estado de Sinaloa y dentro del ejecutivo estatal han emprendido una campaña de desestabilización contra el partido fundado por Héctor Melesio Cuén Ojeda, pues, no son meras casualidades que alcaldes y diputados del PAS renuncien a su militancia y admitan ante los medios de comunicación su afiliación a MORENA y al proyecto de gobierno encabezado por la bandera guinda.
A diferencia de figuras polémicas y de poca calidad moral como la presidenta de El Rosario, Claudia Valdez, que se han distinguido por brincar al ruedo del mejor postor, sorprende que dentro de la bancada legislativa del Partido Sinaloense se esté dando una crisis, algunos aseguran que esta serie de acciones están siendo promovidas desde el brazo del secretario General de Gobierno, Enrique Inzunza Cázarez y sus esbirros.
Con la ayuda de un oportunista químico Benítez que desde hace meses mantiene una reyerta política con Cuén Ojeda, a quien le dio la espalda el primer día que tomó protesta como alcalde reelecto del puerto de Mazatlán y que parece que ha sido activado como porro de cierta figura política que alguna vez gobernó ese municipio con el Partido Acción Nacional pero que ahora es el secretario particular del gobernador Rubén Rocha Moya, es decir, Alejandro Higuera “el Diablo azul”.
¿Se estarán llevando a cabo estas acciones a espaldas de Rocha Moya?
Queda claro que se busca la confrontación directa de quien aún sigue siendo el líder político del PAS, Héctor Melesio Cuén Ojeda contra la cabeza del ejecutivo estatal, Rubén Rocha Moya, esto, con miras a debilitar a quienes fueron aliados del partido guinda en el 2021 y que ayudaran a consolidar el triunfo del oriundo de Batequitas.
Pero la cosa pinta también como un maquiavélico plan para desestabilizar el orden político de Sinaloa y, parasitar a futuro con larvas de corrupción y figuras añejas un noble proyecto de transformación que había arrancado hermanado con el PAS y, que al parecer les hace estorbo.
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