A.B.Z.
¡Que siga AMLO!, fue el resultado de la controvertida elección de revocación de mandato, en la cual, lógicamente quienes siguen creyendo a pie juntillas en la cuarta transformación del presidente de México sufragaron en las urnas, un mínimo porcentaje en comparación al total del padrón de electores que tiene registrado el Instituto Nacional Electoral, reflejándose así que el abstencionismo y el silencio de la gran mayoría de los mexicanos también contó y es sinónimo de descontento, lo que para MORENA representa una señal de alerta que se enciende porque ya no tiene ese respaldo social contundente con el que llegó avasallando el 2018. Ahora, aun y cuando la intervención del mismísimo mandatario nacional, gobernadores, senadores, diputados federales y locales, así como de alcaldes y funcionarios de los tres niveles afines al proyecto guinda fue evidente, la esperanza de perpetuarse en el poder puede desvanecerse, porque este primer e histórico ejercicio consagrado en la constitución fue salpicado por la polémica que generaron las huestes amloístas en contra del árbitro electoral ciudadanizado – el INE- que sí cumplió con su función muy a pesar de las limitaciones presupuestarias y de las injurias que le siguen profiriendo a dicho órgano, por lo que se tiene que mejorar el desarrollo de este novedoso modelo de revocación para que en realidad sea democrático, ya que, las viejas y rancias mañas de los regímenes anteriores florecieron el pasado 10 de abril, siendo el acarreo, la coacción del voto, la utilización de programas sociales y demás los que mancharon la democracia nacional…Y me despido con decir que: La Libertad de Expresión es Nuestra Mejor Arma de Justicia Social!
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